Es sociólogo, politólogo, ex ministro de Educación y ahora autor del libro 'Los años de Rajoy' que acaba de publicar con la editorial Almuzara. José Ignacio Wert dice que no es ni un ajuste de cuentas ni sus memorias. “Pero sí un libro difícil donde predomina la perspectiva analítica".
"Cuando has estado en la cocina del gobierno y has participado directamente, eres más que un observador y cuesta ser objetivos. He tenido esa dificultad y he tenido que echarle parsimonia intelectual”, asegura en Buenos Días Madrid de Onda Madrid.
Errores de comunicación
Sobre la época de Rajoy en el gobierno destaca que les pasó factura las decisiones inevitables. “Se puso los intereses generales por encima de los políticos. Se hizo bien pero no se explicó bien, es evidente.
Colectivamente cometimos (el PP) errores de comunicación. El más grave, no ser capaces de construir una narrativa por qué eran necesarias esas políticas de austeridad” y de qué nos salvó. “Porque en el imaginario social quedó que los recortes se hacían porque sí. Pero se hicieron para sufragar mecanismos del Estado de Bienestar. El daño social que se evitó implicó que Europa nos rescatara de cuerpo entero como en Grecia”.
Wert explica que la izquierda da mayor importancia a la comunicación que la derecha, “que tiene tendencia a pensar que las cosas se explican solas”. “Hay que tener en cuenta que Rajoy fue el único dirigente occidental que ha ganado dos elecciones seguidas en un momento en el que el gobierno suponía salir en la siguiente elección”. “A él se le han hecho imputaciones que no están justificadas”, piensa.
La enseñanza
Wert asegura que la crisis política empezó en 2008 con la crisis económica con “el desfondamiento electoral que sufre el PSOE en 2011”. “El fenómeno de Podemos estaba prefigurado desde el 15M y no se vio venir”. Y aclara, “Vox es fruto de otra crisis, por el la crisis en Cataluña y por los temas anti-inmigratorios”
Sobre la Lomce, que hoy se deroga por la Ley Celaá, “uno de los puntos más controvertidos fue la enseñanza en castellano en Cataluña. No era tanto la lengua como la cuestión del adoctrinamiento, sino la configuración de la historia de España en comparación con la historia catalana. Incluso, la Generalitat impuso leyes para abrir las puertas para que el castellano tuviera en las aulas el mismo número de horas que una lengua extranjera”.
Destruir una fortaleza
Con respecto a la educación concertada, a la que se le dará menos importancia cuando se aplique la Ley Celaá, cree Wert que “la doble red (concertada y pública) es un aspecto muy positivo que desarrolló el PSOE y que impulsó Rubalcaba. Realmente ha funcionado muy bien".
"Es una de las fortalezas mayores de la educación en España. No entiendo el movimiento. Es disfuncional desde el punto de vista económico. La existencia de conciertos es un elemento de eficacia económica de la educación que en una hipótesis de desaparición, llevaría a los costes educativos inabordables"
"Hablamos de diferencias de entre el 20 y 30 por ciento. Un movimiento legislativo que haga desaparecer la concertada, elevaría el coste de la educación sin mejora objetiva en una proporción inasumible”, asegura.