Con la nueva normalidad regresan para algunos vecinos los problemas que empañaban la convivencia en el barrio y este es el caso de Aluche.
Durante unos meses de crisis por la Covid-19 han vivido un espejismo ya que las casas de apuestas han permanecido cerradas, pero en unos días volverán a abrir sus puertas y los vecinos de Aluche se oponen.
"Es desesperante que los locales de apuestas abran y se aprovechen de la miseria y la desesperación"
Como explican a Telemadrid Mario, de la Asociación de Vecinos, e Ismael, estudiante de 19 años, que ve a sus amigos y compañeros “cayendo en el juego”, es "lamentable" que se vuelvan a abrir las casas de juego.
Locales empapelados
“Es desesperante ver que tras la solidaridad que hemos vivido en el barrio con el reparto de comida y ayudas por la pobreza de muchas familias durante el coronavirus, los locales de apuestas abran y se aprovechen de la miseria y la desesperación. Juegan con la desesperación y no queremos que eso pase”, manifiesta Mario.
En Aluche hay al menos 13 locales de apuestas y algunos de ellos están literalmente empapelados por los vecinos para que no abran. “Y ves cada día como enganchan a los jóvenes porque la mayoría de ellos están al lado de los colegios”.
Enganchan a la gente humilde
Los vecinos de Aluche son contrarios a que abran porque “tememos que aumente la pobreza”. “Tienen técnicas de enganche muy agresivas –dicen- y se instalan en barrios humildes porque hay más gente desesperada que cree que puede salir de su situación jugando y apostando”.
A Mario le parece lamentable que durante esta pandemia las casas de juego y apuestas estén recibiendo ayudas directas o rebajas en impuestos para mantener sus puestos de trabajo por parte de las administraciones cuando hay miles de personas que no tienen ni para comer y se ven obligadas a acudir a asociaciones como la suya o ONGS para recibir algo de comida que llevarse a la boca.
Cree que las 13 casas de apuestas que hay en el barrio deberían seguir cerradas en la fase 3 porque no se puede permitir que muchas familias pierdan el poco dinero que les queda a pesar de que la patronal del sector haya pedido al gobierno central abrir en la fase 2.
