El objetivo de la arquera madrileña Alicia Marín (17 de abril de 1997) es estar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Un objetivo que nació de la curiosidad de su hermana en las Olimpiadas Escolares de Moratalaz en 2004.
“Ella y mis padres se apuntaron a dar clases, pero yo no quería. Un día me decidí a probar tirando a globos que hacían más divertidos los entrenamientos, nos apostábamos bebidas y con ello perdía mi timidez. Desde entonces no me he separado del arco, cuando no lo tengo siento que me falta algo”, explica.
Convencida por su entrenadora
Aunque para Alicia Marín comenzó cuando en su club "había una entrenadora que insistía mucho, al final me convenció".
A los 12 años acudió a la Federación Madrileña de Tiro con Arco: "Es entonces cuando decidí dedicarme al tiro con arco y darlo todo de mí para que esto sea mi vida".
Alicia se trasladó al Centro de Alto Rendimiento de Madrid, donde compaginó sus entrenamientos con sus estudios de Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear.
Está plenamente centrada en su deporte. Arranca cada jornada a las ocho en punto con un entrenamiento de dos horas y media, tras el cual llega el tiempo para estudiar. De nuevo, las tres de la tarde marcan el inicio de una sesión de preparación de dos horas. Después de ella hace trabajo físico.