No es un actor de doblaje. Ni siquiera un profesional de la publicidad. Aunque cuenta con habilidades para serlo. Y por ello él se convirtió en la imagen corporativa del club al que entrena, el Liverpool.
Carisma el de Jurgen Klopp que no escapa a los ojos del Real Madrid. El club blanco ve en él, al perfecto embajador de marca. Al entrenador equilibrado, el que saca carácter solo cuando es necesario, pero que reparte cariño. Tanto que hasta cuenta con fans.
Un técnico ganador
En Alemania logró que el Borussia Dortmund saliera del pozo y se proclamara campeón 9 años después de la Bundesliga. Además de darles cuatro títulos más. Llevó al equipo alemán a la final de la Liga de Campeones en el estadio Santiago Bernabéu donde el Bayern Munich acabó levantando la orejona.
La relación con los blancos es compleja. Ya en el Liverpool perdió su segunda final de Champions como entrenador, precisamente ante el Real Madrid.