La artista Rosa López rememora en ‘10 Momentos’ lo difícil que fue su crecimiento profesional cuando era aún una niña. Junto a Anne Igartiburu repasan algunas entrevistas y ruedas de prensa para escuchar a la Rosa del pasado.
“A veces echo de menos el anonimato”, contaba una Rosa que veía cómo su carrera despegaba a gran velocidad. En una rueda de prensa, sollozando, decía: “Me gustaría salir como una persona normal. No me gustan los lujos, ni las cosas grandes. Me gusta todo poco a poco, porque lo valoras. Eso de llegar a la cumbre sin saber ni siquiera por qué has llegado ni por qué estás ahí…”.
“No me acuerdo de haber dicho esto. Nunca me he parado a ver estos vídeos”, comenta la Rosa de hoy. “En esa promoción, la discográfica vio que lo hacía de mala gana, con cansancio, con una disputa interna. No podía tener ayuda psicóloga. Ni había tiempo, ni nadie se preocupaba de eso. Entonces, cada entrevista para mí era un desahogo”.
“Hay que tener cuidado, ni para venirse abajo, ni para venirse arriba”, analiza y añade que si algo le ha enseñado esta profesión, es que, a pesar de haber pasado 20 años, todavía tiene que seguir trabajando: “Me cuesta un montón que me pongan en la radio. Me gusta venirme al presente. Creo que cuando se vuelve demasiado al pasado es porque delante no hay nada”.
Sin embargo, reconoce que los periodistas han sido un apoyo importante durante su crecimiento: “Contaba con la suerte y cariño con la prensa, lo que más me ha ayudado ha sido la prensa”.
