Una de las preguntas directas que hemos hecho a nuestros protagonistas es si les molesta la compasión. Y la respuesta ha sido contendente. Todo ellos han respondido con un si rotundo.
Mila ha ido más allá y no sólo le molesta que la compadezcan, también le molesta aquellas personas con discapacidad que buscan la compasión.
"Hay muchos", dice. Gema convierte la pregunta en una reclamación. Señala que la compasión no la necesita, "no sirve de nada"; que lo que necesitan son "oportunidades para vivir nuestra vida exactamente como todos".
Y Carmelo concluye: Pobrecito…. o pobre, pobre mío, es el que pierde un trabajo, él que se ve en una actitud de desamparo, en alguien que sea un marginado social y no es para tenerle lástima, es para ayudarle. Ese es el tema. Esos son los dramas. Ir en una silla de ruedas no es un drama. Son cosas que pasan"
