Los rastreadores se han convertido en una figura fundamental para poder mantener controlada la pandemia del coronavirus. El aumento de los rebrotes en todo el país ha despertado las dudas de si se cuenta con el número suficiente de estos profesionales para frenar la propagación del virus.
De acuerdo con las cifras que han facilitado las consejerías de sanidad – excepto Galicia y Canarias – sus servicios de salud pública tienen un total de 3.533 rastreadores, uno por cada 12.000 habitantes, cuando se necesitaría más de 8.000.
Según los datos oficiales, Madrid cuenta con 144 rastreadores, con previsión de contratar a 41 profesionales más, es decir, entre seis y siete veces menos de lo que necesitaría para localizar a los infectados, teniendo en cuenta que tiene más de seis millones y medio de habitantes.
Como explicamos en Está Pasando, los rastreadores se encuentran ahora mismo desbordados, ya que están realizando cerca de 200 llamadas al día.
En el programa hemos hablado con Salvador Casado, médico de atención primaria en Soto del Real para contarnos cómo trabajan estos profesionales.
Salvador, nos explica que otro de los problemas que existen es que no hay comunicación entre los rastreadores y los médicos de familia: “Los rastreadores no nos informan a los centros de salud de los positivos, algo que nos duplica el trabajo” explica.