En este reportaje de ‘Informe Madrid’ hablamos sobre los fraudes alimenticios de nuestro país. España es la cuna del fraude alimentario dentro de la Unión Europea. ¿Sabemos realmente lo que comemos? Un experimento elaborado por científicos del CSIC en distintos restaurantes demuestra que a uno de cada cuatro comensales no le sirven el pescado que ha pedido. Un engaño muy frecuente en pescaderías es el del atún rojo. Normalmente detrás de esto lo que hay es un atún tintado con zumo de remolacha. Un experto chef gaditano nos explica cómo se lleva a cabo ese tintado.
Gusanos en el jamón es lo que numerosos ciudadanos encontraron al empezar las piezas compradas en grandes superficies. Es la punta del iceberg. Detrás de estos jamones putrefactos vendidos a precio de ibéricos encontramos una trama fraudulenta que ha afectado a toda España. El caso está ahora en los tribunales.
Las claves para saber si el pan es de buena calidad o no están en su aspecto y en el peso. Artesanos panaderos nos dicen cómo podemos averiguar si estamos ante un buen pan. Si, por ejemplo, vemos que la base de la barra tiene marquitas redondas significa que ha sido elaborado en un horno donde hay una elevada producción y eso nos da pistas de que se trata de un producto elaborado forma rápida y, por tanto, de menor calidad.
El veneno más dulce que consumimos a diario los españoles es el azúcar. La OMS recomienda no superar los 25 gramos diarios de azúcares añadidos. Niños y adultos consumen cada vez más azúcar y esto deriva en serios problemas como la diabetes, obesidad y caries. Hacemos un experimento en la calle, los madrileños superan esta cantidad sólo en el desayuno.