Siempre se ha dicho aquello de que la necesidad agudiza el ingenio. Y hay que ser muy ingenioso para formar parte de un proyecto como La Orquesta del Reciclaje, una agrupación musical cuyos instrumentos son fabricados de lo que a la mayoría de las personas nos parece basura.
Además, este proyecto no solo ayuda a dar una vida mejor a los deshechos que produce la sociedad de consumo, también le da una oportunidad a chicos y chicas que se encuentran en riesgo de exclusión social.
Nos hemos trasladado a la Residencia Villa Paz para conocer de cerca a estos jóvenes que forman parte de la orquesta, como Juan: “Para mí tocar en la orquesta es como ser músico, me siento muy alegre”.
Víctor Gil, el director de la orquesta, explica cómo comenzó la inciativa: “Esto empezó con una propuesta de Ecoembes. Inspirados en la idea de que el mundo nos da basura y nosotros le devolvemos música, empezó este proyecto”.
“En el 2014 trajimos Ecoembes a la orquesta de Cateura, en Paraguay, donde todos los jóvenes que tocan construyen sus instrumentos con lo que encuentran en el vertedero (…) Nadie diría que una lata suena así” explica Carolina Martín, comunicación de la empresa de reciclaje. “El talento no entiende de clases” asegura.
Fernando Solar, el lutier que colabora con el proyecto nos cuenta que casi todo puede convertirse en un instrumento musical: “Si tú vas al supermercado y ves que en una caja de galletas hay un violín, hay que ser un poco loco para creerlo”.