¿Quién no ha oído hablar de la dislexia? El problema es que muchas personas creen que esta patología implica únicamente cambiar o confundir algunas letras o palabras, pero la dislexia es mucho más. Marta Landín nos ha explicado cómo los jóvenes que sufren dislexia tienen serias dificultades para leer un texto, comprenderlo, hacer cálculos matemáticos, para aprender nuevas palabras, etc.
Hemos querido que Diego y Vera, de 15 años, nos contaran en primera persona cómo se vive teniendo dislexia. Ellos saben lo que es no poder entender un texto la primera vez que lo lees o lo complicado que resulta no cometer faltas de ortografía cuando confundes las letras. Su patología ha hecho que se sintieran excluidos en el colegio. Uno de los grandes problemas a los que deben enfretanrse es que muchas veces se trata a estos niños como "vagos" cuando en realidad es que todavía no han sido diagnosticados como disléxicos.
La presidente de Madrid con la dislexia, María Sanz-Pastor, conoce bien la dislexia porque sus seis hijos la sufren. Para María es fundamental que se detecte el problema a tiempo, a los 6, 7 años del niño, y exista un buen diagnóstico, para no caer en el fracaso escolar.
Diego y Vera, pese a tener un futuro muy prometedor por ingeniero y criminóloga, piden los disléxicos puedan hacer los exámenes en igualdad de condiciones que el resto de sus compañeros. Por eso, quieren que las faltas de ortografía no se las tengan en cuenta, poder tener una calculadora para evitar confusiones y una excesiva pérdida de tiempo, poder consultar el diccionario...
La dislexia es un problema muy serio que supone el 40% del abandono escolar y que 10 de cada 100 niños lo sufre. De hecho, son pocos los que consiguen llegar a la Selectividad. Existen Comunidades Autónomas que se han conciendado con esta situación y tienen una normativa específica a la hora de enfrentarse a la Selectividad . Por ejemplo, en Murcia los alumnos con dislexia se examinan en un aula diferente, en Cataluña tienen media hora más para los exámenes y les evalúa un tribunal especial, en Baleares no tienen límite, en Madrid únicamente tienen 20 minutos más, la letra algo más grande en los exámenes y en ocasiones se permite que estos estudiantes ocupen la primera fila.
La madre de Diego, Pilar Aguado, ha estado en el plató de Madrid Contigo para contarnos la iniciativa que ha lanzado en las redes a través de la plataforma Charge.org, para que a los disléxicos no les cuenten las faltas de ortografía en la Comunidad de Madrid.