"La política de los últimos 80 años no se entendería sin la participación de juristas y abogados", asegura el periodista Fernando Jáuregui, autor del libro 'Los abogados que cambiaron España,ochenta años de historia de los letrados y juristas que contribuyeron a la democracia (1939-2019)' editado por Almazara. "Ellos siempre han abierto cauces de participación y democracia y son los autores de la historia de verdad, las de las transformaciones jurídicas y legales".
Jáuregui que presentará mañana jueves en Madrid su libro con la presencia, entre otros de Manuela Carmena, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Antonio Garrigues, Francisca Sauquillo o Cristina Almeida, nos ha visitado en Onda Madrid para adelantarnos su contenido en 'Madrid Directo'.
Fernando Jáuregui nos cuenta que ha recuperado conversaciones con personajes como Gregorio Peces Barba ó José Federico de Carvajal, ya fallecidos a quienes entrevistó para un libro anterior, 'Crónica del antifranquismo', que escribió en los años ochenta junto a Pedro Vega.
Su trabajo actual arranca en 1939, "un año tristísimo", donde muchos letrados y juristas fueron fusilados o murieron de hambre por sus ideas o por havber desempeñado un cargo administrativo en el bando derrotado.
Recueda con rigor la frase de "de la ley a la ley pasando por la ley" de Torcuato Fernández Miranda, uno de los juristas que juraron un papel más destacado en el tránsito desde las Cortes de Franco al régimen previo a la reforma política.
"Adolfo Suarez en 11 meses le dio la vuelta al Estado como un calcetín, teniendo a todos los militares en su contra, como los obispos, los procuradores en Cortes y la prensa del Movimiento, todos en contra".
De ahí al asesinato de los abogados de Atocha, que vivió muy especialmente. "Me traen recuerdos personales porque yo militaba en esa época en el Partido Comunista de España y porque conocía a dos de las víctimas que eran compañeros del colegio, José Javier Benavides y Alejandro Ruiz Huerta". "Me acuerdo del 26 de enero de 1977 en Las Salesas con lágrimas en los ojos, de la llegada de Santiago Carrillo en un 600 o del valor del decano de la abogacía Pedrol Rius, que supo plantarse ante Martín Villa, sosteniendo que quería velar a sus compañeros en el Supremo".
Todo ello sin olvidar los despachos de abogados laboralistas que surgieron en la transición como el de Felipe González en Sevilla, pero también de las mujeres que como Almeida, Sauquillo o Carmena "rompieron moldes" en un mundo del Derecho.
"Mucha gente se ha dejado la vida en esto", asegura Jáuregui recordando a personas como Juan de Dios Doval, Fernando Múgica, Tomás y Valiente, Enrique Broseta o el fiscal Luis Portero. Todos ellos víctimas de "los atentados de ETA en los años duros del terrorismo"."Sigo creyendo en el abogado de a pie, más que en los grandes despachos", asegura Fernando Jáuregui que hoy echa de menos una reflexión en la que se planteen los grandes temas de fondo que tienen que ver con la regeneración social real.