La nueva imagen de la Plaza de los Mostenses tras las obras de remodelación
- ¿Qué opinan los madrileños de su renovación?
2024 ha empezado con zonas del centro de Madrid renovadas, como es el caso de la Plaza de los Mostenses, que luce una nueva imagen tras dos años de obras. Vecinos y comerciantes aseguraban que la zona se había deteriorado y necesitaba una rehabilitación.
Los pavimentos de la plaza han sido renovados y cuenta con nuevo mobiliario urbano, como pérgolas estanciales y un parque infantil, así como nuevo alumbrado y alumbrado. El objetivo ha sido recuperar la mayor cantidad de espacio público para peatón. Pero, ¿ha quedado esta plaza a gusto de todos?
"Ha mejorado mucho al hacerse peatonal toda esta zona. Si se pusiera un poquito más de sombra para que los abueletes se sienten ahí en el banco estaría muy bien. Es una zona cerca de la Gran Vía totalmente desconocida, pero creo que la obra va a ayudar a que la gente entre más. Ahora lo que hace falta es regenerar bien el mercado e impulsarlo", nos cuenta un vecino.
Por el contrario, Teresa y José están bastante decepcionados, ya que los vehículos carga y descarga entran a la zona peatonal a cualquier hora cuando solo pueden hacerlo hasta las once de la mañana. "Antiguamente había dos carreteras, una diferenciaba las aceras y teníamos protección. Ahora ya no porque es todo conjunto".
Los Mostenses: el mundo en un mercado
Las tiendas de toda la vida, como Pearl Caviar, que lleva 40 años, ha visto la plaza cómo ha evolucionado y, sin duda, se queda como está ahora. "Está perfecto el cambio que ha hecho sobre todo para disfrutar de la plaza y poder ver los comercios que aquí estamos".
Y los que vienen a trabajar a la zona habitualmente, ¿cómo lo ven? "Me parece bien porque no hay coches, pero dificulta para aparcar, luego te multan. Necesitamos más sitio para el carga y descarga. Tenemos un sitio para cuatro camiones y venimos aquí veinte".
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Entramos en el mercado para ver qué opinan y nos encontramos otra vez con diferentes opiniones. Lili lleva aquí 18 años, tiene un restaurante en el que fusiona comida peruana y china y está muy contenta. Sin embargo, Marimar no lo ve muy claro. "Como vecina muy bien, pero como trabajadora del mercado muy mal".
