Mi cámara y yo: El chapuzón del verano
Visitamos el río Alberche y los bañistas que acuden a la zona de Escalona para disfrutar de un buen chapuzón. El río Alberche pasa por Ávila, Madrid y Toledo. Escalona es un pueblo de Toledo por donde pasa el río. Otro de los lugares donde los madrileños suelen ir para bañarse en este río es en Aldea del Fresno. El río Alberche tiene una longitud de 177 kilómetros y desemboca en el Tajo. Además, este río cuenta con numerosas islas de arena y vegetación.
A tan solo 50 minutos en coche de la capital y a 6 kilómetros del pueblo de Lozoya conocemos el área recreativa de Hoya Encavera, un paraje natural en el cauce del río Lozoya. Se encuentra en el parque nacional de la sierra de Guadarrama, un sitio muy agradable para refrescarse del calor y disfrutar en sus praderas con un picnic.
Mi cámara y yo: En verano al pueblo
La “Gasparina” es una casa rural “escondida” que se encuentra ubicada en la falda de la sierra de Gredos. Esta casa rural, que pertenece a la pareja de Luis y Lola, está completamente nueva. La finca cuenta con cinco piscinas naturales para refrescarse y disfrutar de la naturaleza.
En Las Rozas visitamos un Beach Dog Club donde los perros son los verdaderos protagonistas. Allí podremos disfrutar de una piscina canina de agua salada con una profundidad de más de un metro, con escalones y rampa adaptada tipo playa. Esta instalación acuática tiene hasta socorrista canino. Un plan perfecto gracias a su chiringuito, en el que podremos tomar un aperitivo mientras nuestro perro se divierte y se refresca.
Mi cámara y yo: Calor extremo
En el embalse de La Pinilla, en plena sierra de Guadarrama, podemos disfrutar de actividades como el piragüismo, el paddle surf o el Kayak. Este embalse fue construido en 1967 y es uno de los cinco que tiene el río Lozoya.
Visitamos la Chorrera de los Litueros para realizar barranquismo. Para hacer barranquismo no es necesaria tener experiencia previa, pero se recomienda no tener mala condición física. El río Duratón tiene una longitud de 106 kilómetros y discurre por las provincias de Madrid, Segovia y Valladolid. El camino a la cascada atraviesa un bosque centenario de hayas y una dehesa con abedules, tilos y cambroños. En la Chorrera de los Litueros encontramos saltos de agua, rápeles de 30 metros y un tobogán de 10 metros.
