Pocos madrileños sabrían distinguir en una cata el origen de estos vinos tan peculiares. Y mucho menos imaginarse que en la Casa de Campo existen dos hectáreas dedicadas a la vinicultura.
La Escuela de la Vid lleva ya 60 años formando profesionales en esto de hacer vino, un oficio que tiene el futuro asegurado en estos viñedos situados a 2 kilómetros de la Puerta del Sol.