Se trata de una presa, actualmente en desuso, al noreste de la Comunidad de Madrid y al noroeste de la provincia de Guadalajara.
Fue una obra avanzada para su época pero también muy desafortunada por el planteamiento fallido. Los arquitectos a los que la reina Isabel II encargó este proyecto no se dieron cuenta que debajo de las montañas que rodeaban a la presa había cuevas o galerias.
Aunque en la actualidad no cumple el propósito de presa es un lugar perfecto para pasar el día rodeado de naturaleza, hacer una ruta e incluso escalar.