Es la alegría dentro del Aquarius. Ya acarician su llegada a Valencia, a suelo europeo. Bailes y sonrisas que parece que hacen olvidar el sufrimiento de la travesía. Aplausos, euforia cuando ya casi se ven en tierra. También desde el puerto les reconfortan con su sonrisa y aplausos. Es la manera de decir que están a salvo. Antes han sufrido el rigor del viaje: vómitos, calor, mareos.
Dentro, en las últimas horas, las ONG abordo del Aquarius, han explicado a los migrantes que es lo que pasará y como deben actuar una vez desembarquen. Qué deben tener paciencia y que todo se hará de forma ordenada. Todos quieren que continúe la alegría para siempre. Han sido días duros, y en sus mentes. Poder olvidar el horror que les ha hecho huir.