A 100 kilómetro de Madrid capital, situado en la Sierra del Rincón se encuentra este pequeño pueblo de 100 habitantes que conserva el encanto de la arquitectura tradicional serrana, además de un entorno natural privilegiado, Reserva de la Biosfera.
La Hiruela es un pueblo de tradiciones. Una de ellas, cocinar hostias, el dulce típico elaborado con rodajas de manzana fritas y naranja. Energía extra para el cuerpo, ideal para realizar la ruta de los oficios, un recorrido que nos muestra los antiguos medios de subsistencia en la zona: El molino, el colmenar, la carbonera... Una vida dura, sobre todo en invierno cuando los termómetros marcan habitualmente temperaturas bajo cero.
Aquí se cultivan, entre otras futas y hortalizas, una manzana muy especial, tanto que le llaman 'pero'. Paseando por las calles del pueblo nos encontramos algunos vecinos que venden los productos de las huertas cercanas, regadas gracias a un antiguo sistema de pilones y canalizaciones.
Durante el paseo, con suerte, podremos observar un ave singular y muy escaso que estuvo a punto de desaparecer. El papamoscas cerrojillo, sitúa a La Hiruela en el mapa ornitológico internacional. Si caminamos con los sentidos bien despiertos quizá podamos conocer a unos seres de cuento, los hiruelitos, que han elegido este lugar mágico para vivir.