Madrid lidera la investigación de un bypass para lesiones medulares
EFE
La Comunidad de Madrid lidera el proyecto europeo ByAxon, que pretende crear un implante activo, o ‘bypass’, que permita recuperar las funciones perdidas por las personas que tienen la médula espinal dañada, de forma que puedan recuperar el control y la sensibilidad de sus extremidades.
El consorcio ByAxon, coordinado por el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia, está formado por seis socios de cuatro países europeos (España, Francia, Italia y Alemania) y financiado por el Programa Horizonte 2020 de la UE, que aporta 3,7 millones de euros.
La iniciativa se encuentra todavía en una fase inicial, con pruebas en animales, y sus líderes consideran que en entre dos y tres años podría empezar a probarse, de forma experimental, en seres humanos. En un futuro podría beneficiar a los más de 30.000 lesionados medulares que hay en España. Así lo ha dicho hoy el director del Imdea Nanociencia, Rodolfo Miranda, quien, junto a otros expertos del centro, ha presentado el proyecto al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, y al consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Roberto Sicilia.
Miranda ha explicado que el objetivo del programa es la fabricación de sensores, a través de materiales mejorados con nanotecnología, que puedan detectar el campo magnético producido por la actividad neuronal.
Los aparatos se implantarían para hacer funcionar las médulas espinales dañadas y funcionarían como un “puente” que podría restituir la transmisión de las señales neuronales y, con ello, recuperar el control y la sensibilidad de las extremidades de los pacientes.
El verdadero reto, según ha explicado el experto, es lograr que los estímulos enviados por el cerebro puedan atravesar la médula espinal dañada gracias al bypass, que deberá “interpretar, traducir y transferir” las señales recibidas.
Miranda ha dicho que este “importante” proyecto se está llevando a cabo con el Hospital de Parapléjicos de Toledo, aunque los pasos previstos por el momento se limitan a experimentar con animales, con resultados “que francamente van muy bien”.
También ha puesto en valor que esta “innovadora estrategia de reconexión” implicaría, además, el desarrollo de una nueva generación de sensores y electrodos basados en materiales estructurados a escala nanométrica. Esa nueva tecnología, ha añadido, podría ser aprovechada para otro tipo de interfaces neuronales, como implantes de retina, sistemas de registro de la actividad cerebral para pacientes con epilepsia, o aparatos de estimulación cerebral para el tratamiento del Parkinson.
El vicepresidente, Ignacio Aguado, ha aplaudido que la Comunidad lidere este proyecto que se lleva a cabo desde el Instituto Imdea, que "implica progreso" y permite "contar buenas noticias".
El Imdea Nanociencia dispone de más de 200 investigadores y 50 laboratorios, y cuenta con diez programas de investigación avanzada orientados a las necesidades estratégicas de los sectores industriales más innovadores. La investigación realizada por estos diez programas se centra en comprender mejor los fenómenos que ocurren a escala nanométrica, ya que podrían tener aplicaciones importantes en la resolución de grandes problemas sociales.