Los vecinos de cuatro bloques de pisos de la calle Blas Cabrera, en Aluche, conviven desde hace 10 años con un punto de venta de droga escondido tras unas sábanas.
Acuden a adquirir droga a cualquier hora del día o de la noche y sin importar que los vecinos les vean.
Los consumidores se ocultan tras sábanas colgadas para materializar la 'transacción'. Los clientes, golpean la pequeña parte de ventana que la persiana deja a la vista y adquieren la droga.Más de 10 años llevan, sin recoger 'la colada' la familia que allí vive. Se trata de un punto de venta totalmente afianzado en Aluche. Tras este portal aparentemente normal se esconde el callejón por el que se accede a comprar la droga. En cuestión de segundos, la obtienen y se marchan por donde han venido.Los vecinos lo han denunciado, la Policía ha acudido pero, la realidad, es que la venta no cesa y los consumidores acuden a todas horas e incluso, en ocasiones, tienen que esperar turno.Las persianas del bajo en cuestión siempre están cerradas, pero las visitas, son constantes.