En Holanda un hombre ha ganado el juicio contra el Ayuntamiento de Rotterdam que le multó con 200 euros por piropear a unas mujeres. En Francia está sancionado con cuantiosas multas.
En España, estas costumbres callejeras van cambiando poco a poco.
La prohibición de piropos en Ámsterdam se había aprobado tras un sondeo entre mil mujeres que dio como resultado que 6 de cada 10 había sufrido este tipo de acoso.