La crisis de Boeing por la prohibición de que su modelo 737 MAX surque los cielos es un desastre económico para la compañía.
En dos días, sólo en bolsa, el valor de la compañía ha caído la friolera de 27.000 millones de dólares.
Cada unidad de este moderno avión se vende por 110 millones de dólares. Y la compañía tiene 5.000 pedidos que han quedado inmediatamente congelados.
A eso habría que sumar las reclamaciones millonarias que preparan las aerolíneas, y que pueden suponerle 450 millones de euros diarios al coloso norteamericano.