La visita de la familia real a Barcelona, con motivo de la entrega de los premios Princesa de Girona, estará acompaña de impresionantes medidas de seguridad.
El congreso y la entrega de premios, que empezarán a las 18 horas, tendrán lugar en la capital catalana después de que el Ayuntamiento de Gerona denegara el permiso para entregar los galardones en el Auditorio del Palacio de Congresos de Gerona, donde ha discurrido la ceremonia de los galardones hasta ahora.
Con motivo de la entrega en Barcelona, Arran ha convocado una protesta a las 16 horas en la que pide "bloquear" los accesos del edificio, en una de las entradas de la capital catalana, bajo el lema 'Ni Rey ni miedo'.
La organización juvenil vinculada a la CUP ha interpelado a los miembros de otras organizaciones independentistas como los CDR, el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC), Pícnic por la República y Tsunami Democràtic para sumarse a la protesta.
El ministerio del Interior ha estremado las medidas de seguridad con el objetivo de blindar el palacio de Congresos. Los doce kilómetros que separan el aeropuerto de Barcelona del palacio, estarán protegidos por tierra por el refuerzo extra de 250 antidisturbios desplazados desde Madrid, pendientes, por ejemplo, de cualquier intento de boicot por los CDR, al paso de la comitiva real.
Tan sólo en una ocasión antes se ha reforzado la seguridad en Barcelona, como se va a hacer a partir del lunes. Fue durante la celebración del Consejo de Ministros en la Ciudad Condal pasado el 21 de diciembre.
Este refuerzo extra de seguridad con motivo de la visita de la familia real convivirá con la operación Ícaro que, desde mediados de octubre, tiene desplazados a Cataluña a más de 200 policías nacionales y guardias civiles.