El acusado del crimen de Tatiana Vázquez, cuyo cadáver apareció cosido a cuchilladas en el barrio lucense de San Fiz el 9 de abril de 2016, ha vuelto a proclamar su inocencia. El senegalés Ibrahima Ndiaye, novio de la víctima, niega ser el autor del asesinato
Según la familia de Tatiana, su novio la maltrataba y la tenía atemorizada.
Tatiana se encargaba de la manutención de su novio: todos los días le llevaba la comida y le pagaba la pensión. Un bocadillo de tortilla, una bolsa de patatas fritas, cerveza y tabaco. Eso fue lo que compró Tatiana en las últimas imágenes donde se la ve con vida. Las captó la cámara de seguridad de una gasolinera.
La defensa del novio de Tatiana asegura que el caso hace aguas porque no hay pruebas en su contra. Pasados dos años, aún no ha aparecido el arma blanca empleada, según recordó la fiscalía con una hoja de "12 centímetros".
