Nueve agentes de la Guardia Civil fueron agredidos por 40 personas con bates de béisbol, botellas rotas, piedras y maceteros que salían de una comunión.
Uno de los agentes guardias tuvo que disparar tres veces al aire para dispersar a los atacantes.
Los atacantes que entorpecían el paso a los agentes agredidos estaban borrachos y alguno de ellos había consumido cocaína.
Hablamos con José Encina, secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil de Cádiz.