Tapeo de toda la vida, de caña en la barra y servilletas de papel que acaban en el suelo. Tapeo de palillo y encurtido. Tapeo sencillo y humilde, aunque no siempre, que en eso tienen mucho que decir los ingredientes.
Eso es la banderilla, un clásico de nuestro bares: aceituna, pimiento, guindilla, pepinillo, cebolla... La forma, el tamaño y el picor varían, pero nunca han faltado en las barras de España.
Pero como todos los clásicos, necesitan renovarse, o eso sería quizá lo que pensó Kike Martínez un buen día, cuando cogió las riendas del puesto 28 en el Mercado de Villa de Vallecas y comenzó a imaginar combinaciones con los encurtidos y conservas que vendía su familia.
Y no le ha ido mal. Hoy en día Kike comercializa más de 50 combinaciones para mercados como el de San Miguel en Madrid o La Boquería en Barcelona. Bombas, lagartos y cohetes desde Vallecas al mundo. La banderilla, reinventada, triunfa de nuevo.
Quiero ir a probarlas: Mercado Villa de Vallecas: Calle Sierra Vieja, 61
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