La incidencia acumulada de covid-19 en Alemania sigue a nivel alto, pero mantiene su tendencia a la baja, mientras en el país dentro de unas semanas escasearán las vacunas por un pedido insuficiente de dosis, lo que podría frenar la campaña de vacunación.
La incidencia se sitúa en 353 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en siete días, frente a 375 ayer, 427 hace una semana y 319,5 hace un mes, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología actualizados la pasada madrugada.
Las autoridades sanitarias verificaron 51.301 nuevas infecciones en 24 horas y 453 muertos con o por covid-19, frente a 69.601 y 527 hace una semana, mientras la cifra de casos activos asciende a 947.300.
La tasa acumulada de ingresos en siete días se sitúa en 5,21 por cada 100.000 habitantes y la ocupación en las ucis de pacientes con covid-19 es del 22,2 % de las camas disponibles en las unidades de críticos para la población adulta.
El 72,7% de la población (60,5 millones de personas) ha sido vacunado, el 69,7 % (57,9 millones) con la pauta completa, mientras el 24,7 % (20,5 millones) ha recibido ya una dosis de refuerzo.
Actualmente 22,7 millones de personas -el 27,3 % de la población- todavía no están vacunados; 4 millones son menores de cuatro años -el 4,8 %-, para los cuales aún no hay una vacuna.
En tanto, la campaña de vacunación, que la semana pasada registró cifras récord con 6,4 millones de dosis inoculadas, amenaza con paralizarse tras conocerse que debido a un pedido insuficiente, Alemania enfrentará a partir de principios del año que viene una escasez de vacunas.
El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, dijo en declaraciones a la televisión pública ARD haber quedado sorprendido por las escasas reservas disponibles y el pedido aparentemente insuficiente para el primer trimestre del año, herencia del anterior gobierno.
Agregó que ya lleva varios días trabajando en encontrar una solución recurriendo a todos los canales a disposición, también el contacto directo con los fabricantes.