El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha unido fuerzas con el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel y los jefes de gobierno de Dinamarca, Bélgica y Polonia para reclamar a la Comisión Europea un conjunto de medidas que garantice la mejor preparación ante futuras pandemias.
En la carta dirigida a la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, le ofrecen un documento de trabajo con sus propuestas dirigidas a mejorar la coordinación de los países. Entre ellas está el acceso a bases de datos compartidas, la contratación europea de suministros básicos para prevenir su escasez o incluso el impulso y la optimización de la producción de este tipo de material dentro de la UE.
Proponen, asimismo, una estrategia común de provisión y almacenamiento de material sanitario, medicinas, equipos de protección o test. Y apuestan por un mecanismo europeo de protección civil que garantice la distribución del material, entre otras medidas.
Según exponen al inicio de este documento, las propuestas buscan garantizar a largo plazo la resistencia de la UE ante crisis de salud pública en el futuro y abogan por hacer "estrés test" a los sistemas nacional de salud. Además, insisten en que una preparación conjunta de toda la UE sería mucho más eficiente que la que cada país haga individualmente.
Lo primero que proponen es hacer un análisis de lo ocurrido con el coronavirus y de las deficiencias que se han observado en esta crisis y consideran que hay que trabajar conjuntamente en varios aspectos que van desde compartir datos hasta promover la investigación, contar con un marco regulatorio y coordinar la distribución y producción de suministros.
Por otro lado, consideran "vital" que la UE aumente su capacidad investigadora para el desarrollo de vacunas o la mejora de diagnósticos y tratamientos, así como el compromiso de compartir dichas investigaciones.
Defienden además la posibilidad de financiación con fondos europeos en la investigación de las posibles vacunas eligiendo los candidatos con más posibilidades tanto de desarrollar esa vacuna como de fabricarla.
Por otro lado, los países citados insisten en la necesidad de reforzar el mercado único europeo y defienden unas normas antimonopolio más claras y permanentes para afrontar este tipo de crisis en mejores condiciones.