Mientras la pandemia del covid-19 e expande por el mundo, el ciclista Miguel Silvestre ha decidido no participar en la carrera Cape Epic de Sudáfrica para quedarse en Madrid para trabajar en la frutería en la que ya trabajan su hermano y sus padres para evitar que ellos contraigan el virus porque "lo primero es la familia". Sobre su carrera deportiva se ha limitado a decir que "no salva vidas".
"De un día para otro, vuelta a los orígenes y reconvertido en frutero. Ahora me tocan jornadas de 20 horas, para que mis padres estén en casa y así poder dar servicio a sus amigos y clientes", señala Silvestre.
El ciclista reconvertido en frutero señala que "tendría que estar en Sudáfrica montando en bici. Dos días antes de coger el vuelo, no hacía falta ser muy listo para darse cuenta que algo grave iba a pasar. Esta frutería tiene casi 50 años, la llevan mis padres con la ayuda de mi hermano, y preferí quedarme aquí para que ellos estuviesen en casa. Por suerte están estupendamente".
"Los entrenamientos ahora son coger cajas de frutas y subir escaleras. Nos toca ayudar a la gente", concluye Miguel Silvestre.