La angustia crece entre los familiares de los residentes del centro Isabel La Católica donde han muerto 30 residentes, porque no reciben ningún tipo de información por parte del centro. Además, entre los residentes, 32 están con síntomas y 20 trabajadores de baja.
Desde el pasado 10 de marzo los familiares no pueden hablar con los residentes ni reciben información de la dirección. Tampoco pueden entrar a verles y se quejan amargamente de la falta de información.
Nadie sabe nada de los residentes
Es el caso de Antonio y de Gloria, con familiares que están viviendo en esta residencia y que explican a Telemadrid lo que les está ocurriendo. “He llamado más de 20 veces, no me contestan y dicen que ya llamarán, pero no llaman”, dice Antonio, quien tiene ingresada a su madre de 87 años. Solo ha recibido una llamada para comunicarle que tenía fiebre y no ha vuelto a saber nada más. Gloria ratifica que “estamos reclamando principalmente más información”.
Han denunciado también que cuando ocurre un fallecimiento reciben la notificación bastantes días después y sin previo aviso. Esta residencia que está en la calle Mártires de la Ventilla es una más donde el virus ha avanzado planta por planta causando estragos
El centro está concertado y gestionado por Aralia, empresa que ya ha recibido sanciones de la Comunidad de Madrid, y tiene capacidad para 175 personas mayores.