El Hospital Severo Ochoa de Leganés ha atendido a un total de 3.562 pacientes durante la pandemia de la covid-19, según explica el gerente del centro, Domingo del Cacho, en una carta dirigida a los trabajadores y a la que ha tenido acceso Efe.
El dato ha sido registrado entre mediados de marzo y mediados de mayo, según el documento, en el que se precisa que 1.826 de esos pacientes fueron ingresados en el propio hospital, 525 fueron trasladados a diversas clínicas privadas y hospitales de apoyo y 348 fueron derivados al hospital de campaña de IFEMA.
La estancia media de los pacientes hospitalizados en el Severo Ochoa de Leganés ha alcanzado los 9 días, elevándose a 23 en el caso de la UCI, con una tasa de mortalidad entre los pacientes atendidos del 10,8%.
En su carta, el gerente del Severo Ochoa reconoce el “horrible momento en que nuestra Urgencia quedó desbordada” y tuvo que “soportar un aforo varias veces superior al normal”.
En ese sentido, Del Cacho explica que durante esos días el hospital amplió su número de camas hasta alcanzar las 488 ocupadas, entre las que se incluyen las que se habilitaron en el hospital de campaña del Pabellón Deportivo Carlos Sastre, cedido por el Ayuntamiento de Leganés.
También se triplicó la capacidad de UCI de adultos que pasó de tener 10 a 32 camas ocupadas, explica el gerente en la carta dirigida al personal del centro, que se reforzó durante el pico de la pandemia con 209 efectivos pertenecientes a todas las categorías.
Según reconoce Del Cacho en su misiva, Leganés ha sido una de las ciudades “más castigadas por el paso de la pandemia”, con una incidencia de 1.781 casos de la covid-19 por cada 100.000 habitantes, en función de los datos de pacientes atendidos en el propio hospital.
El gerente del Hospital Severo Ochoa señala en su carta que es el momento de que el centro regrese a “eso que han llamado la nueva normalidad” y advierte de que lo harán con “mucha prudencia”, primando “la seguridad de nuestros pacientes y también de nuestros profesionales sanitarios y no sanitarios”, a los que considera “nuestro valor profesional y personal más preciado”.
“Vamos a prepararnos, por si acaso, ante otro posible rebrote de la enfermedad”, aunque “esta vez no vamos a permitir que una segunda oleada nos pille con el paso cambiado”, asegura Domingo del Cacho en su carta.