Se cumple un año desde que se decretó el primer estado de alarma en España por la pandemia del coronavirus. Un año que ha afectado a la vida de los todos los españoles y cuyas consecuencias han afectado profundamente a la vida de menores y adolescentes más vulnerables.
Así, lo recoge un informe de UNICEF, que señala como la crisis del coronavirus está teniendo graves consecuencias para la infancia, con un aumento de la pobreza infantil, problemas de salud física y mental, aumento de las desigualdades, tanto económicas como educativas.
Aumento de pobreza infantil
Si antes de la llegada del coronavirus, la pobreza infantil se encontraba en un 27,4%, afectando a 2,3 millones de niños, niñas y adolescentes, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, ECV, para 2019, en este año de pandemia se ha disparado.
De hecho, el indicador AROPE2 de riesgo de pobreza y exclusión social de la población infantil se encuentra y por encima de estos treinta puntos porcentuales, y la ONG de defensa de la infancia, remarca que la tasa ha podido subir hasta el 33,3 % por la pandemia; lo que quiere decir que uno de cada 3 niños crecerá en situación de pobreza.
Estos datos arrojan evidencias sobre la elevada vulnerabilidad de la infancia en España, ante una situación como la generada por la COVID-19.
A esta situación, debido al fuerte impacto que ha tenido la crisis en el mercado de trabajo, con un alto número de familias empobrecidas y en situación de emergencia social y vulnerabilidad, se le suma el aumento de los problemas de salud mental que han sufrido y sufren los menores, como consecuencia del año de confinamiento y el cierre de centros escolares.
Más de la mitad de los menores ha tenido cambios negativos en su estado emocional, desarrollando estrés o ansiedad, alerta la investigación de la ONG de defensa de la infancia.
Asimismo, el cierre de los colegios, ha afectado negativamente también a los menores que viven en hogares con dificultades económicas, que han visto como se encontraban con una situación de desventaja en cuanto al acceso a intenet, equipamiento y uso de las nuevas teconologías digitales para seguir el curso escolar. Se estima que más de un millón de niños, niñas y adolescentes en España, no cuentan con un ordenador en casa, lo que pone de manifiesto la "amplia brecha digital existente en nuestro país", según recoje el informe de UNICEF, y que "sin duda ha hecho que el confinamiento y el traslado de la educación al ámbito digital y a distancia, haya afectado de manera muy diferencial a los niños, niñas y adolescentes según el nivel de recursos económicos de sus familias".