El Gobierno neerlandés se reúne este sábado de urgencia para decidir sobre las recomendaciones de su equipo de asesores, que pide introducir de inmediato un confinamiento duro en Países Bajos, con el cierre total de colegios y toda la actividad no esencial, debido al avance de la variante ómicron del coronavirus.
El comité de asesores en pandemia (OMT) ha propuesto al Ejecutivo neerlandés una serie de medidas urgentes, en especial, un confinamiento estricto por el que solo permanecerán abiertas las tiendas imprescindibles como los supermercados, las farmacias o las gasolineras, así como los servicios mínimos de algunas profesiones.
Esto sustituirá al actual “confinamiento nocturno”, que solo supone el cierre de la actividad no esencial a partir de las 17.00 hora local (16.00 GMT), lo que incluye comercios y restaurantes, pero también cines, teatros, gimnasios o museos, lo que pone fin a cualquier alternativa social después de finalizar el trabajo, pero la mantiene los fines de semana.
Este sistema ya se está demostrando insuficiente ante el avance de la variante ómicron, que se espera que la próxima semana sea la dominante en Ámsterdam, puesto que el análisis de las PCR positivas demostró que su presencia se multiplica cada dos días.
Un confinamiento estricto también incluiría el cierre de todas las escuelas y otras instituciones educativas, aunque el Gobierno neerlandés ya había ordenado el cierre de los colegios de Primaria a partir de la próxima semana, adelantando así varios días el cierre por vacaciones, debido precisamente al alto número de contagios en ese grupo de edad.
El ministro de Sanidad en funciones, Hugo de Jonge, y el primer ministro, Mark Rutte, se reunirán de emergencia a lo largo de este sábado con diferentes partes, incluido el resto del gobierno, para decidir si adoptan las recomendaciones del OMT, lo que se espera que ocurra.
El anuncio de las restricciones que se adoptarán finalmente podría realizarse a lo largo del fin de semana, incluso en una rueda de prensa este sábado, dada la urgencia con la que el OMT quiere que las medidas entren en vigor, para evitar compras de última hora que provoquen aglomeraciones en los centros de las ciudades.
La viróloga Marion Koopmans, miembro del OMT, aseguró a la televisión pública que es “importante” que estas medidas adicionales entren en vigor lo antes posible para limitar el impacto previsto de la propagación de ómicron hasta que haya “más claridad” sobre en qué medida la variante es o no más patógena.Además, agregó que la investigación evidencia que las vacunas funcionan mucho menos para prevenir la propagación del virus y también “se ve que los anticuerpos producidos contra la variante ómicron son claramente más bajos”, pero mostró su esperanza en que sí tengan un efecto en las admisiones hospitalarias, sobre todo, tras la dosis de refuerzo.