- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir en Whatsapp
- Compartir en Messenger
- Compartir en Messenger
‘Deadpool y Wolverine’ juntos, ¿Qué puede salir mal?
- Se estrena Deadpool y Wolverine: el más querido de los antihéroes hace equipo con el más gruñón de los héroes
Lo de unir en equipo a dos personas completamente antagónicas y opuestas es algo que ha hecho el cine prácticamente desde que los Lumiére inventaron el cinematógrafo. Da resultados.
Y Marvel lo sabe.
Y lo sabe desde el año 1939, fecha en que Martin Goodman (31 años) fundó Marvel Comics, que entonces se llamaba Timely Publications y tuvo la brillante inspiración de contratar un taller de escritores y dibujantes para expandir con cómics el negocio de las revistas pulp. Fue la mejor idea de su vida.
El primer cómic se publicó en el mes de octubre de ese mismo año. Con sus tres primeros superhéroes: Antorcha Humana, Namor y Ángel (nada que ver con el mutante de igual nombre de los X-Men).
Marvel ya apuntaba maneras al incluir un antihéroe en la terna. Sí, hablamos de Su Alteza Namor, el Príncipe Submarino, un personaje permanentemente enojado y de cólera fácil que siente un profundo rencor por los habitantes de la superficie porque ensucian y contaminan los mares alegremente mientras su reino submarino sufre las consecuencias. Razones tiene para estar molesto, la verdad.
Namor no fue invento de Marvel, todo hay que decirlo. Su creador, Bill Everett, le vendió los derechos pero el personaje apareció por primera vez ante el público en 1931 con la editorial ‘Funnies Inc. Lo que supone que dentro de poco más de un lustro (cómputo humano) cumplirá cien años a remojo. Sí, es muy posible que tu abuelo en algún momento de su juventud, leyera las aventuras del hombre-pez.
En todo caso, ya teníamos en aquel 1939, un superhéroe gruñón, malhumorado y además ecologista. Tuvo tanta fuerza que, según iba tomando forma el Universo Marvel, se convirtió en uno de sus personajes más importantes y populares. Las características que dan forma a su personalidad, su ansia justiciera combinada con sed de venganza, aparecen en muchos de los que vendrían después.
Y, si hablamos de héroes gruñones de ceño fruncido y añadimos antihéroes a la conversación, no hay pareja de superpoderosos que mejor represente estas cualidades tan humanas que el tándem Deadpool y Wolverine.
“Hagámoslo a la vieja usanza: con dos katanas y máximo esfuerzo” (Deadpool)
Wade Winston Wilson, más conocido como Deadpool, es mucho más jovencito que Namor y, al contrario que el Príncipe Submarino, al que nunca, pero nunca nunca, hemos visto sonreír (si alguien lo recuerda que, por favor, levante la mano y lo diga), es inevitable que te saque a ti una sonrisa.
Hizo su primera y gloriosa aparición en el volumen 1 de los ‘Nuevos Mutantes’ (los estudiantes más jóvenes del Profesor Xavier y su Escuela para Jóvenes Superdotados). Era el malo. Un villano con la mente no muy estable y el rostro desfigurado. Aconteció tan magno suceso en 1991 y enseguida Wilson se hizo popular. Pero aún tenía que recorrer un largo camino hasta llegar al cine. La gran pantalla se abrió para él en el año 2009, precisamente en ‘X-Men Origins: Wolverine’.
Seguro que ya sabes (y si no, debo preguntarte dónde has estado los últimos 10 años, mínimo) que Deadpool es irreverente, políticamente incorrecto, estrambótico, extrovertido, explosivo, expansivo, estrafalario y desconoce el significado de eso que llaman ‘espacio personal’ cuando se refiere a los demás. También tiene ataques de esquizofrenia, oye voces, odia en general a la sociedad y tiene un sentido del humor bastante negro.
Y siente la imperiosa necesidad de compartir con cualquiera el más mínimo pensamiento que cruce su mente, razón por la cual es mundialmente conocido como ‘el Mercenarios Bocazas’ (‘Merc with a Mouth’). Tal es su verborrea que algunos la consideran uno de sus superpoderes porque no hay villano capaz de mantener flema y paciencia cuando se lo encuentra. Para él no hay límites en este tema y en el cine menos, por eso no tiene el menor reparo en detener la acción para interpelar directamente al espectador. ¿La cuarta pared? … ¿Eso qué es?
En los cómics su origen es a veces confuso y el mismísimo Loki ha afirmado ser su padre (¿Te lo imaginas?), algo que está completamente fuera del Universo Cinematográfico Marvel, pero aparece como un mercenario que protegía a los adolescentes de Nueva York de sus acosadores.
Wilson entrega su duro y sarcástico corazoncito a Vanessa Carlysle pero su historia de amor parece abocada a tener un trágico fin cuando a él le diagnostican multitud de tumores inoperables. Para no hacer sufrir a Vanessa, y siguiendo el destino trágico en amores de todo superhéroe que se precie, la abandona y asume en solitario sus desgracias.
Una cura experimental salva su vida pero le desfigura cara y rostro y deja su mente en un estado algo precario. En palabras de Ryan Reynolds, el actor que da vida en el cine a Deadpool: “Su cerebro es un sándwich de jamón a medio comer”.
Como efecto secundario, Wade Wilson adquiere gran resistencia, agilidad y reflejos. También tiene, al igual que Lobezno, la capacidad de regenerarse, lo que le convierte en, prácticamente, inmortal y hace que su vida le importe menos que un pimiento de padrón.
Entre sus habilidades se cuenta su dominio con las espadas. Nunca sale de casa sin llevar dos katanas a la espalda
.
Por cierto, su nombre, ‘Deadpool’, significa literalmente, ‘piscina de muertos’, lo que alude al terrible experimento a que le sometieron.
¿Por qué lleva un traje rojo? El mismo Deadpool ha contestado a esto en los cómics: “Para que los malos no me vean sangrar”. Y no es una broma.
“Soy el mejor en lo que hago, pero lo que hago no es muy agradable” (Wolverine)
Si Deadpool comparte con Namor su calidad de antihéroe, Lobezno comparte con el Príncipe Submarino su carácter gruñón y un tanto resentido con la Humanidad. Si conoces su historia, entenderás sus motivos.
James Logan apareció por primera vez ante los fans de Marvel en octubre de 1974, en el número 180 de ‘The Incredible Hulk’. Conectó tan bien con el público que, en la década de los 80 y en la de los 90, todo aquel cómic en que aparecía se vendía como churros.
Wolverine ocupa el número 1 en el ranking de los 200 mejores superhéroes de todos los tiempos, elaborado por la revista ‘Wizard’ y el 4º puesto en la lista de los más grandes héroes que realizó Empire en el año 2008.
El mérito es de sus creadores Len Wein, Herb Trimpe y John Romita Sr. Y de los legendarios Chris Claremont y John Byrne que lo desarrollaron después y afinaron su personalidad cebándole con terribles tragedias.
El personaje se unió a los X-Men en 1975 y enseguida se enamoró de Jean Grey (que empezó como la modosita ‘Chica Maravillosa’ y terminó como la terrible y super-mega-hiperpoderosa ‘Fénix’). Mala suerte, la chica ya tenía novio: ‘Cíclope’, el jefe de la antes llamada’ Patrulla-X.
Cuando conoce a los mutantes del Profesor X, Lobezno ya tiene un pasado. Mucho pasado. Para empezar, es miembro de un antiguo linaje candiense de una raza humana que evolucionó a partir de los lobos: los ‘Lupinos’.
Por el tamaño de sus músculos nadie lo diría ahora, pero Wolverine nació débil y enfermizo. Su vida anterior a los X es un cúmulo de tragedias, desgracias y pérdidas, por otro lado algo bastante común en lo que, entiende Marvel, es la ‘forja’ de un superhéroe.
Wolverine se transformó por completo y adquirió sus habilidades al someterse al programa experimental del gobierno canadiense conocido como ‘Arma X’ cuyo objetivo era fabricar guerreros superpoderosos. Las famosas garras retráctiles de Wolverine son de nacimiento pero en el laboratorio se las recubrieron con el material más duro existente: adamantium. Así que no hay nada que no pueda cortar,
Como resultado de todas las faenas a que le sometieron, Wolverine posee fuerza sobrehumana y un, tremendamente útil, poder de regeneración. Eso hace que le veas con la apariencia de un hombre joven a pesar de tener más de 200 años (salvo que hayas visto ‘Logan’, pero eso es otra historia).
Deadpool y él son enemigos tradicionales. No hay, posiblemente, en todo Marvel dos héroes más diferentes. Pero, como se suele decir, están condenados a entenderse. Cómo y si lo hacen, es lo que nos cuenta ‘Deadpool y Wolverine’
Deadpool and Wolverine
La película ocupa el número 34 en el UCM. Shawn Levy es el encargado de dirigir la aventura y lo hace partiendo de un guión escrito por un equipo en el que también están Ryan Reynolds y Hugh Jackman, los actores que dan vida a Deadpool y Wolverine. Y el propio Levy.
Es la tercera parte de la saga Deadpool y una de las películas más esperadas por los fans. Llega en un momento en que el argumento de los superhéroes está bastante agotado en el cine, como muestran los últimos resultados en taquilla: ‘The Marvels’ apenas recaudó 206 millones a nivel mundial, ‘Ant-Man, la Avispa: Quantumanía’ descendió en picado tras el fin de semana de su estreno y ’Madame Web’ apenas recaudó 100 millones de dólares, que le llegaron justitos para cubrir costes.
Parece que los espectadores se han cansado de los superhéroes y lejos quedan los momentos dorados vividos con la saga de los Vengadores con la que Marvel llegó a tocar los cielos.
Pero si alguien puede cambiar esa tendencia son Deadpool y Wolverine.
Hugh Jackman ha salido de su retiro y vuelve a sacar las garras de Lobezno. Forma equipo con el actor que parece haber nacido para encarnar a Deadpool: Ryan Reynolds. Les acompañan en el reparto Morena Baccarin, Emma Corrin, Matthew MacFadyen, Rob Delaney, Karan Soni, entre otros.
La historia no puede ser más prometedora: nos muestra a Wade Wilson seis años después de lo ocurrido en ‘Deadpool 2’, viviendo plácidamente una vida tranquila hasta que… (siempre hay un hasta qué) aparece la TVA (la ‘Time Variance Authority’ que vimos en la serie ‘Loki’), agencia que, desde fuera del tiempo, vela por mantener inalterable la ‘sagrada línea temporal’.
La TVA recluta a la fuerza a Deadpool y allí el Mercenario Bocazas se encuentra un desaguisado que puede traer muy pero que muy malas consecuencias para su mundo y sus seres queridos. Para resolverlo necesita a Wolverine, el problema es que, como vimos en 'Logan', está muerto.
Por cierto, aviso para despistados: ni se te ocurra levantarte de la butaca hasta que las luces del cine estén completamente encendidas y el proyector haya dejado de funcionar. Hay escena post créditos y escena 'durante' los créditos. Sí. Y esta última es muy significativa.
Además, así ves los títulos de créditos que en esta película se ha dejado la piel muchísima gente y todo el mundo merece que veas su nombre y el script también ha trabajado mucho.