0-2. El Leganés se frustra con el Athletic

El Athletic Bilbao salió victorioso de su visita a Leganés (0-2), un duelo disputado bajo un intenso diluvio del que escapó sin ahogarse gracias al acierto reflejado por el gol de Dani Vivian que desvió Jorge Sáenz, y el de Iñaki Williams mientras los intentos del cuadro madrileño se topaban con los palos.

La que iba a ser, aparentemente, una tranquila, y poco habitual en Butarque, tarde de fútbol entre semana, tornó en caótica cuando media hora antes del inicio del choque comenzó a desplegarse sobre el estadio y sus inmediaciones una densa cortina de agua, como hacía muchos años que no se recordaba.

Debido a ello se complicó el aparcamiento y el acceso de los aficionados al recinto; se inundó una parte de los pupitres destinados al trabajo de la prensa; y la zona descubierta de la grada, tres cuartos de la misma, lució casi vacía con el pitido de salida.

Los problemas fueron poco a poco solucionándose y al cuarto de hora, cuando comenzó a salir el sol, la sensación era la de que no había pasado nada.

Eso sí, se quedó por espacio de cuarenta minutos la lluvia, pegajosa y molesta para el desarrollo de un juego fluido. Por ello la primera parte fue gris, tanto o más que el cielo. Solo la rasgó un destello del mesías blanquiazul Sébastien Haller.

El esperado delantero, que debutaba ante su público, se hizo con un balón en el centro del campo y, tras dejar por el camino a varios contrarios que fueron al choque con él, sirvió un excelente pase en profundidad para Miguel de la Fuente.

Se plantó este ante el portero, que bloqueó su disparo. Apareció entonces de nuevo Haller para intentar definir con un potente disparo, pero se encontró otra vez con Julen Agirrezabala.

Fue la ocasión más clara de una mitad inicial en la que el Athletic solo creó peligro de manera tímida con centros laterales y disparos lejanos. Todo ello lo vio Iñaki Williams desde el banquillo, y también a su hermano Nico renqueante tras un choque con Valentin Rosier en el minuto 43.

Se quedó Rosier en el vestuario durante el descanso y a los diez minutos de la reanudación irrumpió en escena el mayor de la saga.

Lo agradeció el cuadro rojiblanco, que de su mano mejoró el aspecto. Aún así, estuvo cerca de encajar el primero cuando un pase al interior del área de Miguel de la Fuente lo desvió Unai Núñez hacia el palo.

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Susto aislado para un conjunto visitante más sólido que poco a poco fue precipitándose sobre el área rival, llamando a una suerte que vino en su auxilio cuando un golpeo de Dani Vivian tras una acción de estrategia se introdujo en la portería al tocarlo Jorge Sáenz.

No se conformó el equipo bilbaino con mantener su ventaja y acabó por ampliarla diez minutos más tarde. Lo hizo por medio de Iñaki Williams, que se filtró con sigilo entre Sergio González y un Renato Tapia convertido en central, para recoger una buena asistencia de Andoni Gorosabel y superar al arquero.

Sin nada que perder, se lanzó el Leganés a por un tanto que le diera esperanzas. Sin embargo su voluntad chocó una vez más de bruces contra el poste, esta vez en un tiro de Diego García.

También se topó con él, casi al final, un cabezazo de Gorka Guruzeta. No hubo mucho más y el Athletic se llevó tres puntos que le dan tranquilidad a costa de un rival que encadena su tercera derrota seguida.