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3-1. Gracias Real Madrid por brindar este increíble e inolvidable espectáculo
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Rodrygo, con un doblete, y Benzema culminan una remontada épica ante el Manchester City
El Real Madrid completó un nuevo milagro y se clasificó para la final de la Liga de Campeones, en la que se enfrentará al Liverpool, tras imponerse por 3-1 al Manchester City tras una prórroga a la que llegó gracias a dos tantos del brasileño Rodrygo Goes en los compases finales.
Las dos dianas de Rodrygo, que ya forzó la prórroga ante el Chelsea, permitieron al Real Madrid evitar el k.o. cuando parecía todo sentenciado después de que el argelino Riyad Mahrez adelantara al cuadro de Pep Guardiola.
El conjunto de Carlo Ancelotti parecía haber tirado la toalla ante un rival que tuvo ocasiones clarísimas para ampliar su ventaja. No fue así. Rodrygo envió la eliminatoria a la prórroga y en esta un penalti de Ruben Dias sobre Karim Benzema permitió al francés establecer el definitivo 3-1.
Representa Pep un estilo que suele dañar al Real Madrid y que ha logrado inculcar en un equipo inglés. Lo vivió como futbolista en el Barcelona y lo sembró como técnico en una época difícil de igualar. Desde ahí su reto es ganar la Champions con otro club y una vez más se quedó en el camino.
Su City siempre quiso el balón, jugó al ritmo de Bernardo Silva, con dos extremos abiertos para generar espacios a un equipo que corre tras la pelota, con De Bruyne apareciendo al espacio, haciendo sufrir a la espalda de Kroos, y Gabriel Jesus listo para engancharla en cualquier momento. también quiso dominar el otro fútbol, como ya demostró en el Metropolitano, con sus pérdidas de tiempo para frenar el ímpetu madridista.
A eso quedó reducido el equipo de Ancelotti en el primer acto. Asfixiado en la presión ordenada del City. Con cuatro medios pero ninguno para construir. Atrapados en una tela de araña que provocó las continuas pérdidas de los defensas en fase de salida. Solo la velocidad, asociada a la calidad en el regate, de Vinícius.
Sin Benzema en contacto con el balón, el Real Madrid es menos Real Madrid. Aún así, en la Liga de Campeones de su carrera, enganchó dos centros el francés como canto a la esperanza. Ninguno a portería.
Entonado Courtois cuando tras la salida en tromba madridista, el City le metió anestesia al partido hasta que se adueñó de él, forzó al Real Madrid a encerrarse juntando líneas y amenazó con un disparo centrado de De Bruyne, Gabriel Jesus se topó con la inspiración abajo del portero belga y rozó la escuadra en otro disparo repleto de intención.
Para derrotar a ese estilo Guardiola no basta con corazón, que le sobra al Real Madrid, se le debe añadir un fútbol de calidad aderezado con acierto en la definición. Y de eso, que exhibió en el Etihad, careció el equipo de Ancelotti hasta el último suspiro de una segunda parte en la que protagonizó el cambio de identidad esperado.
Había llegado el momento marcado en el plan. Salió del vestuario a morder y en 15 segundos dispuso de la ocasión que marcaría el partido. Carvajal encontró espacio por primera vez por el despiste de Cancelo, al centro no llegó Karim y en el segundo palo, solo, con todo para marcar, Vinícius se reencontró con la imagen de su pasado. Golpeó desequilibrado el balón en vez de simplemente colocar la bota para mandar el balón a la red, con Ederson vencido sin posibilidad de llegar.
Son los contrastes de Vini, tan valiente para pedir en la siguiente acción el balón y marcharse de todos, con una capacidad única de borrar el error de su cabeza. Le sirvió el gol a Modric con un pase atrás tras atraer a todos los rivales, pero el croata también perdonó tras un mal control. No había acierto pero el panorama ya había cambiado. El City mascaba el miedo. Había despertado la fiera.
Era el momento de manejar todos los registros, poner freno a las estampidas blancas con pérdidas de tiempo que fueron enfriando el duelo. Fue cuando Ancelotti recurrió a su plan b, como tenía planificado, con la entrada de Rodrygo, mostrando personalidad para sentar a Kroos tras su enfado. El salvador ante el Chelsea, en racha goleadora, dejaría un momento imborrable para el resto de su carrera.
Antes, el Real Madrid se tambaleó con el paso al 4-3-3 que le costaba un tanto que parecía decisivo. Bernardo Silva cerraba su lección de clase conduciendo, dividiendo la defensa rival y asistiendo a Mahrez. Al palo del portero, con Courtois venciéndose antes de tiempo, colocó en la escuadra su disparo. Un puñal que habría herido de muerte a cualquier equipo menos a uno que jamás se le puede dar por sentenciado.
Cuando parecía que no había espacio para el milagro. Cuando el City se sintió en la final inglesa de París. Cuando parecía que no le afectaba el factor ambiental como al PSG y al Chelsea, un Real Madrid sin sus tres intocables del centro del campo, sustituidos, exhibió orgullo hasta el final y levantó la eliminatoria en el tiempo añadido.
Seguía con vida gracias a Mendy, que salvó bajo línea de gol el tanto de Grealish, que hasta perdonó otra clara a un Real Madrid que parecía roto. Solo cogía fuerzas para su último intento. En un minuto mágico Rodrygo lanzó dos zarpazos para la historia, apareciendo con hambre al pase de Karim y cabeceando a la escuadra un centro de Carvajal.
El equipo de Ancelotti había vuelto a enterrar la inferioridad en una eliminatoria. Nadie del City entendía lo que había ocurrido. Hasta pudo quedar sentenciado antes de la prórroga si Ederson no hubiese evitado el tercero de Rodrygo.
En ese escenario ya nadie puede con un Real Madrid sobrado en el físico y en un carácter competitivo inigualable. La primera de la prórroga la perdonó Benzema y a la segunda fue derribado por Rubén Dias, que llegó tarde y cometió penalti. No perdonó el máximo goleador de la Champions. El milagro ya era realidad.
Guardiola recurrió a Sterling buscando escapar de la pesadilla pero era el momento de sufrir de su propia medicina. El Real Madrid llevó el partido a su terreno, dejó pasar los minutos y Courtois salvó con su habitual parada salvadora el tanto, en un remate de Fernandinho solo en el segundo palo, que habría provocado los penaltis. Cuatro años después se reencuentra con el Liverpool en la Liga de Campeones de las remontadas imposibles.
Ficha técnica
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao (Vallejo, m.116), Nacho, Mendy; Casemiro (Camavinga, m.75), Kroos (Rodrygo, m.68), Modric (Marco Asensio, m.75), Fede Valverde; Vinícius (Lucas Vázquez, m.116) y Benzema (Ceballos, m.104)
Manchester City: Ederson; Walker (Zinchenko, m.72), Rubén Dias, Laporte, Joao Cancelo; Bernardo, Rodri (Sterling, m.99), De Bruyne (Gundogan, m.72); Mahrez (Fernandinho, m.85), Gabriel Jesús (Grealish, m.78) y Foden
Goles: 0-1, m.73: Mahrez. 1-1, m.90: Rodrygo. 2-1, m.92: Rodrygo. 3-1, m.95: Benzema de penalti
Árbitro: Daniele Orsato (ITA). Amonestó a Modric (8), Carvajal (65), Valverde (90+5) por el Real Madrid; y a Laporte (8), Sterling (101) y Zinchenko (113) por el City
Incidencias: encuentro de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 63.500 espectadores