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Champagne: "Si me dicen de llegar a la final empatando diez a diez, lo firmo"
- "Firmo como sea llegar a la final de la Copa del Rey"
Las mismas manos que sostienen los sueños del Leganés en la Copa del Rey son las que sujetan un mate después de entrenar bajo la nieve para mantener una charla reposada.
Son las del guardameta argentino Nereo Champagne (Salto, 1985), uno de los nombres propios del equipo revelación del torneo. Efe habló con él en exclusiva antes del partido de vuelta de semifinales ante el Sevilla.
He oído hablar bien de usted hasta a los porteros con los que se juega el puesto. ¿Tiene enemigos en el fútbol?
Seguro, los delanteros son mis enemigos (risas). Uno no le puede agradar a todo el mundo así que seguramente alguien no me querrá también.
Todos destacan su capacidad para hacer grupo. ¿Puede ser eso tan importante o más que una parada decisiva en el último minuto?
Yo creo que sí porque en definitiva es un deporte de conjunto y lo que siempre hace cumplir los objetivos es el grupo. Si el grupo no está bien, por más que tu pares algo en el último minuto lo más probable es que ese objetivo grupal no se cumpla.
Ha demostrado que es algo más que un hombre de equipo. Sus paradas están siendo decisivas en Copa. La de Lenglet en Butarque, la de Benzema en el Bernabéu, cualquiera en Villarreal... ¿Con cuál de todas las que ha hecho en el torneo se queda?
La primera que le saco en Villarreal a Fornals, el mano a mano cuando estamos todavía cero a cero. Creo que es de las más importantes porque si hubiéramos arrancado perdiendo en el primer tiempo, se hubiera hecho muy cuesta arriba. Después de esa pudimos hacer el gol y ahí y nos tranquilizamos. Esa fue como el inicio de poder darnos cuenta que podíamos hacer cosas importantes en la Copa.
Ser el portero de la Copa no es fácil. Se juega menos y muchas veces no hay opción de revancha la semana siguiente. ¿Cómo lo lleva?
Me gusta, lo llevo bien. Me gusta este tipo de mano a mano, matar o morir. El desafío es mayor pero el reconocimiento también porque no es lo mismo ganarle al Real Madrid o al Villarreal en liga, que a los siete días hay otro partido, que eliminarles de la Copa.
Si le garantizasen que el equipo iba a estar en la final... ¿Preferiría llevar la eliminatoria ante el Sevilla a la tanda de penaltis y ser protagonista o que la gloria se fuese para otro?
Me daría igual. Si me dicen de llegar a la final empatando diez a diez, lo firmo. Firmo como sea llegar a la final.
Uno al que sería bonito ver como héroe sería al capitán Martín Mantovani. ¿Cree que hay que renovarle?
Esas decisiones no las tomo yo, las toma la dirigencia. Que se lo merece, por supuesto. Es la historia viva del club, viene de Segunda B y lleva el brazalete de capitán. No lo lleva por compromiso o por historia sino porque realmente es el capitán, la bandera. Se merece que le renueven el contrato.
En otro equipo y en otro contexto... ¿Cree que usted estaría en condiciones de ser el guardameta titular de la selección?
Qué se yo. Uno nunca pierde la esperanza. Todo jugador la debe tener, obviamente siendo realista y sabiendo dónde está. Pero nosotros vivimos de ilusiones y de sueños y nadie los pierde.
¿Se imagina verse las caras en la final de Copa con Messi? Ya ganaron juntos un Mundial sub-20.
Hoy por hoy me imagino el partido del Sevilla y pasar ahí. Después veríamos con quién toca, si es el Barcelona o el Valencia. Nos prepararíamos para eso pero pienso en el miércoles.
¿Es el mejor jugador técnicamente hablando con el que ha compartido equipo?
Sí. He tenido la suerte de compartir vestuario con muchos buenos jugadores, no solo de ataque sino de defensa también porque defender también es un arte. Pero está claro que de los que yo he visto es el mejor
¿Qué le hace diferente?
El hambre, las ganas de ser cada día mejor. Yo no recuerdo a un jugador reinando diez años seguidos al mejor nivel. Hemos tenido buenos años de Ronaldinho, de Zidane, de Rivaldo, de Kaká, de Ronaldo, de Batistuta... pero no fueron diez años consecutivos. Messi es el mejor y si no casi el mejor. Su mentalidad, su profesionalismo y el hambre de gloria llevado al extremo es lo que le hace diferente. Se nota que quiere mejorar todos los días.
¿Ha visto a algún argentino decir que Cristiano Ronaldo es mejor que Messi?
No aunque alguno lo dirá. Lo de Cristiano es muy valorable. Si estamos hablando de que Messi es el mejor durante diez años está a las claras que él es también de los mejores de la historia. En esos diez años que Messi ha sido el mejor él ha podido pelearle ese trono.
Yo valoro muchísimo también su hambre de gloria, su profesionalismo y las ganas de ser todos los días mejor encarando cada partido como si fuese una final. Eso no se consigue, uno lo lleva dentro. Es un tremendo goleador al que hoy también tengo la suerte de poder disfrutarlo de cerca.
¿Puede Messi, él solo, ganar un Mundial?
Ningún jugador gana solo. ¿Qué puede ser clave? Por supuesto porque en un fútbol como el de hoy tan mecanizado en algunos aspectos y donde se estudia mucho al rival, él es quien rompe el esquema. Un partido que está cerrado lo puede abrir él y definirlo.
¿Hay dentro de usted un entrenador?
Me gustaría seguir ligado al fútbol. Es lo que me gusta, es lo que amo, lo que hice toda mi vida y lo que mejor me sale. He hablado con gente que ha jugado y después ha dirigido y todos me dicen que no a todo el mundo le gusta. Uno puede sufrir cuando no está entrenando porque quiere hacerlo y después cuando entrena sufre porque está entrenando. Es totalmente distinto a jugar.
Otra ventana que podría abrírsele es la del periodismo. De hecho llegó a hacer un programa de radio. ¿Son los medios de comunicación muy crueles con los futbolistas?
Los medios de prensa si bien tratan de ser imparciales siempre responden a un interés, todos. Sea en un lado o en otro. Nosotros desde chicos crecemos con eso, más en Argentina porque es un deporte donde todo el mundo juega y todo el mundo opina. Y no se compara la sensación de jugarlo en la cancha a la de verlo desde la tribuna. A todos nos gusta, todos opinamos. Entiendo cómo es el juego mediático.
¿Sufrió viendo el fallo de Sergio Rico en la ida pese a que les ayudó a empatar contra el Sevilla?
En ese momento no me di cuenta. Pero ver que a un colega le suceden cosas adversas duele porque uno está en el puesto y sabe lo que se siente, también me ha pasado. Y me va a seguir pasando. Pero tenemos que convivir con eso, levantar la cabeza y seguir.
Él luego pidió perdón a través de las redes sociales. ¿Lo entiende?
Son situaciones muy personales y cada uno sabe lo que hace y por qué lo hace. Yo puedo hablar por mi y perdón no me parece que haya que pedir, uno no hace las cosas queriendo. Es un juego, hay errores, a veces se cometen y nadie lo hace queriendo. Entiendo que la gente, la prensa o el entorno exijan pero para mi perdón no hay que pedir.