Cristiano Ronaldo sorprendió con una curiosa iniciativa: dar unos toques a la pelota en el centro de Madrid e intentar que la gente jugase con él. El truco, que lo hizo disfrazado de mendigo, con peluca, un bigote y una barba falsas e incluso un atuendo que le hacía parecer más corpulento. Todo responde a una campaña de marketing de una de las marcas del futbolista, dedicada al diseño de cascos y altavoces.