Tres temporadas ha durado la primera aventura del Fuenlabrada en la categoría de plata del fútbol español, a la cual ha puesto fin tras caer por 1-2 contra la Real Sociedad B en el estadio Fernando Torres.
De esta manera el equipo jugará la 2022-2023 en Primera RFEF después de un curso atípico, en el que sus malos resultados en la segunda mitad del mismo han sido decisivos para el desenlace.
Después de dos cursos en LaLiga SmartBank, el primero de ellos quedándose a las puertas del playoff de ascenso, los madrileños iniciaron su proyecto actual dando continuidad en el banquillo a José Luis Oltra y con cinco fichajes en el día del cierre del mercado estival.
En materia de resultados, un tropiezo en el descuento contra el Tenerife en casa con motivo de la jornada inaugural fue el único lunar en el tramo inicial ya que a este le siguieron seis encuentros sin perder. De ellos dos acabaron en victoria, contra el Alcorcón y el Cartagena, y cuatro en empate.
A esa racha la acompañó una derrota en Málaga y un triunfo a la heroica en el derbi madrileño contra el Leganés. Ese duelo marcaría un antes y un después para un conjunto que por entonces iba séptimo, en puestos de playoff de ascenso.
La inercia positiva se mantuvo con empates en Ponferrada y ante el Amorebieta. Pero la victoria que se resistió en esos dos choques continuó siendo esquiva también en los siguientes nueve ligueros. Finalmente, acto seguido de superar una ronda copera contra el San Sebastián de los Reyes en los penaltis, Oltra fue destituido.
Con el objetivo de cambiar la dinámica, la entidad apostó por Sergio Pellicer tras el buen sabor de boca que el entrenador había dejado previamente en el Málaga. Este debutó con un empate a cero ante el Oviedo en el último partido del 2021, aunque tras ese resultado encajó dos derrotas; más la vivida en la Copa del Rey contra el Cádiz.
Era necesario acabar con la dinámica negativa y finalmente ante Las Palmas, el 22 de enero, los fuenlabreños pusieron fin a un calvario de catorce enfrentamientos ligueros sin saber lo que era ganar.
Ese resultado positivo, unido a la incorporación en invierno de futbolistas como Ontiveros o Adrián, permitió a los aficionados volver a ilusionarse. Pero se quedó en un mero espejismo, pues de nuevo fueron siete los partidos sin imponerse a un contrario.
Al sexto de ellos, que terminó con derrota por 1-2 como anfitriones ante el Burgos, se puso fin a la estancia de Sergio Pellicer para abrir de nuevo las puertas del club a José Ramón Sandoval, quien ya había entrenado al plantel en Segunda.
Su segunda estancia comenzó con un cara a cara perdido en Zaragoza (2-1) pero en su debut en el Fernando Torres llegó otro triunfo muy deseado contra un rival directo por la permanencia como el Málaga.
La esperanza fue efímera porque volvieron a sucederse los reveses, algunos especialmente dolorosos como el 3-2 en Leganés pese a que el equipo llegó a ir ganando 0-2 o el 2-3 ante la Ponferradina, encajando los tres goles desde el minuto 88 en adelante.
Demasiado castigo para un Fuenlabrada que pese a todo se marcha con la cabeza alta, aprovechando su paso por el fútbol profesional para crecer en muchas facetas y cimentando una estructura con la que espera volver pronto.