El Rayo Vallecano, que a final de temporada celebrará su centenario, estrena nuevo proyecto deportivo desde el banquillo con Francisco Rodríguez, que tiene el reto de hacer olvidar a Andoni Iraola y lograr una permanencia cómoda con una plantilla en la que continúan diecisiete jugadores del pasado curso y que hasta el momento solo tiene como caras nuevas al central canario Aridane Hernández y al lateral izquierdo uruguayo Luis Alfonso Pacha Espino.
"La ilusión y la ambición es máxima. Sé al club que vengo pero nuestra propuesta va a ser la de un equipo valiente y con mentalidad ganadora. Esta nueva etapa la afronto como un reto en mi carrera". Así de tajante se mostró Francisco en su presentación el pasado 4 de julio como nuevo técnico del Rayo, equipo al que llega con la difícil misión de relevar a Andoni Iraola, artífice de los grandes éxitos las últimas tres temporadas.
El técnico vasco, que decidió no seguir en el Rayo pese a los intentos del presidente, Raúl Martín Presa, y el director deportivo, David Cobeño, deja como legado un ascenso a Primera en 2021, la disputa de unas semifinales de Copa del Rey en 2022 y dos permanencias holgadas en la máxima categoría los dos últimos cursos.
La elección del Rayo por Francisco supone una línea continuista en cuanto a propuesta futbolística que desde el club esperan que se traduzca en un fútbol vistoso de corte ofensivo y atrevido, unas señas de identidad que se llevan viendo por Vallecas desde hace una década primero con Paco Jémez, segundo con Miguel Ángel Sánchez Muñoz, Míchel y por último con Iraola.
La gestión de Martín Presa a nivel económico las últimas temporadas ha permitido que el Rayo pase de ser un club vendedor a uno que retiene a sus jugadores. La prueba es que de la pasada temporada continúan diecisiete jugadores, entre ellos el portero macedonio Stole Dimitrievski, el centrocampista senegalés Pathé Ciss y los extremos Isi Palazón y Álvaro García, los cuatro cotizados en el mercado.
También Raúl de Tomás, por el que el Rayo hizo una fuerte apuesta la pasada temporada con un desembolso cercano a los diez millones de euros y que, tras un curso marcado primero por la inactividad y después por las lesiones, esta campaña está llamado a ser la referencia ofensiva del equipo. A su lado, bien secundado, sigue un recambio de garantías, el colombiano Radamel Falcao, que, a sus 37 años, cumple su tercer curso en Vallecas y siempre que ha jugado ha rendido, en ocasiones con goles que han valido puntos importantes.
Los únicos futbolistas de peso dentro del esquema táctico y en el vestuario que no siguen son el central Alejandro Catena (Osasuna), el centrocampista Santi Comesaña (Villarreal) y el lateral izquierdo Fran García (Real Madrid). Dos de ellos tienen ya sustituto con la llegada del central Aridane Hernández, procedente de Osasuna y con amplia experiencia en Primera, y el lateral zurdo 'Pacha' Espino, avalado por sus cinco últimas campañas en el Cádiz.
Pacha Espino, incorporado para que se haga dueño del carril izquierdo, formará en una defensa en la que la pasada temporada rindieron a un gran nivel el lateral derecho albano Iván Balliu, el central francés Florian Lejeune y el ghanés Abdul Mumin.
Como capitán sigue llevando el brazalete el argentino Oscar Trejo, auténtico ídolo de la afición y quizá el futbolista más imaginativo del equipo con el balón en los pies junto con Unai López, otro futbolista importante dentro del esquema táctico que ha ido ganando protagonismo con el paso del tiempo.
La temporada será especial para el Rayo y para la propia afición del barrio de Vallecas, que en mayo de 2024, antes de acabar el curso, celebrarán el centenario del club, una fecha con la que ya trabajan en mente para conmemorarla con varios actos. Para celebrarlo en condiciones la mejor noticia sería la de tener para entonces la permanencia asegurada, principal objetivo marcado para este curso.