El Rayo Vallecano cerró el mercado de invierno con dos movimientos de última hora, la salida del extremo caboverdiano Bebé y el delantero francés Randy Nteka, y que sirven para aligerar un poco la abultada plantilla que dirige Andoni Iraola, que aun así afrontará la segunda mitad de la temporada con veinticinco jugadores.
Con la Liga como único objetivo tras ser eliminados de la Copa del Rey, Andoni Iraola sabía que el elevado número de jugadores que tiene en su plantilla provocaría que muchos de ellos quedasen relegados a un papel muy secundario, como ha ocurrido hasta el momento.
Su petición de dar salida a varios jugadores no se ha cumplido y al final solo han salido dos, por lo que el técnico vasco afrontará lo que resta de temporada con veinticinco futbolistas, una nómina muy abultada y más teniendo en cuenta que, hasta el momento, su columna vertebral la han formado catorce jugadores.
De la actual plantilla, casi la mitad de jugadores no están teniendo continuidad en el once tal y como se refleja en los minutos disputados en los veintidós encuentros oficiales por los porteros Diego López (390) y Miguel Ángel Morro (inédito), los defensas Pep Chavarría (307), Abdul Mumin (282), Mario Hernández (301) y Esteban Saveljich (91), los centrocampistas Mario Suárez (207) y José Ángel Pozo (93) y los extremos Andrés Martín (135) y Salvi Sánchez (329).
Caso aparte es el de Raúl de Tomás, que pese a fichar por el Rayo el pasado mes de septiembre no pudo ser inscrito hasta el 1 de enero y, tras su debut frente al Betis, ha estado lesionado y no ha vuelto a jugar en las últimas tres semanas.
Los dos únicos jugadores que han salido de la plantilla, conscientes de su rol secundario, han sido el extremo caboverdiano Bebé, que jugará hasta final de temporada en el Zaragoza tras sumar apenas 209 minutos esta campaña, un poco menos que el delantero francés Randy Nteka (235), que estará hasta final de curso a préstamo en el Elche.
También pudo salir el centrocampista senegalés Pathé Ciss pero las negociaciones con el Olympique de Lyon se rompieron minutos antes del cierre del mercado y al salir de la Ciudad Deportiva del Rayo el jugador acusó a la directiva de frenar su marcha. "Al final no me voy. Han sido egoístas, se han comportado mal, han pensado solo en sus intereses y han sido irresponsables e irrespetuosos", dijo Ciss.
A esta nómina de veinticinco jugadores de la primera plantilla se unen el centrocampista Diego Méndez y el delantero Pablo Muñoz, que, aunque tienen ficha del filial, Iraola los considera casi del primer equipo, entrenan como uno más y han entrado en varias convocatorias y disputado algunos partidos este curso.
Tras completar una primera vuelta de Liga muy buena, el Rayo está ilusionado con la posibilidad de dar la sorpresa y meterse en puestos europeos al final de temporada. Actualmente, disputadas diecinueve jornadas, el equipo madrileño es séptimo con 29 puntos, a dos de la sexta plaza y diez por encima del descenso.