El Real Madrid se despide de LaLiga tras perder 2-3 con el Villarreal
Ancelotti: "En LaLiga hemos bajado el nivel"
Ceballos: "No supimos cerrar el partido"
AGENCIAS
El nigeriano Samu Chukwueze firmó un doblete para el Villarreal en el Santiago Bernabéu y fue su segundo tanto, en el minuto 80 tras una gran jugada individual, el que acabó dándole la vuelta al partido (2-3) frente a un Real Madrid que se puso por delante hasta en dos ocasiones.
Un tanto en propia puerta de Pau Torres en el minuto 16 supuso el 1-0 que igualó el propio Chukwueze en el 39. Ya en la segunda mitad, en el 48, Vinícius Junior dejó atrás a tres rivales para volver a adelantar al conjunto blanco, pero primero José Luis Morales y luego Chukwueze remontaron el encuentro.
Los blancos, que venían de dos goleadas consecutivas en Liga y Copa, se medirán el próximo miércoles al Chelsea en la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones. Los de Frank Lampard también llegarán al choque después de una derrota, ya que este fin de semana perdieron por 1-0 ante el Wolvedrhampton en la Premier League.
Ancelotti afrontó el duelo frente a los de Setién con muchos cambios en el once respecto al equipo que arrolló al Barcelona en el Nou Camp. Sin Kroos ni Modric al mando. Con descansos selectivos y hasta seis cambios para una apuesta ofensiva con Marco Asensio en la medular, disfrutando al tener mayor protagonismo con balón y espacio para correr. Así desequilibró el partido nada más superarse el primer cuarto de hora. Con una carrera de fe que encontró el desmarque de Vinícius y la ayuda de Pau Torres que despejó a su portería el remate de Marco.
Todo se ponía de cara al Real Madrid que se instalaba en el polo opuesto de la propuesta de Quique Setién. Aunque el ritmo anestesiado de posesión del Villarreal de inicio se fue tornando en cuanto dejó pasar el vendaval blanco con un solo tanto en contra, gracias al acierto de Pepe Reina en dos remates de Benzema y Rodrygo. 'Vini' también había acariciado el tanto pero ajustó tanto su disparo al palo que se le marchó cruzado.
Y fue así como, siempre con balón, el Villarreal fue ganando confianza. Con una apuesta de Setién de jugar sin 9, zona en la que caía Lo Celso para desubicar a Alaba y Rüdiger, sin referencia en el marcaje. Se hizo merecedor de un mejor resultado por cada ocasión desperdiciada. Con Baena siempre preparado para chutar pero el punto de mira desajustado y Samu con un descaro de jugador grande. Avisó hasta en tres acciones y a la cuarta, firmó un golazo en el Bernabéu.
Courtois había salvado a su equipo, con manos firmes abajo al disparo que se envenenó de Baena, pero solo pudo ver como el balón se ubicaba en su escuadra tras un amague de dibujo animado de Chukwueze que mando al limbo a Nacho antes de una definición perfecta. En cuanto el Real Madrid rebajó el ritmo, fue castigado. Levantar el pie pensando en el Chelsea, tendría castigo y Foyth cerró el primer acto acariciando la remontada con un disparó que sacó Courtois.
El guión de partido se repitió en el segundo acto. La salida con tensión madridista encontró aún más rápido el premio gracias a la magia de Vinícius. Sin miedo a nada. Encarando hasta a tres rivales a la vez y castigando con un túnel la falta de contundencia de Mandy antes de definir con paciencia ante la salida de Reina.
Fue el momento en el que debió sentenciar el partido el equipo de Ancelotti. Cuando aumentó la presencia de Ceballos pero Vinícius perdonó lo que no debía. La primera solo tras pase de Benzema, la segunda en acción de Fede Valverde. Y ahí estuvo de nuevo el mérito del Villarreal. Mantenerse en pie esperando su momento.
Con paciencia tras un gol anulado por fuera de juego a Mandy, acariciando el gol Yeremy en un disparo lejano tras la salida fuera del área de Courtois y encontrando el premio con el liderazgo de Samu en una noche inolvidable. Su posición al límite del fuera de juego anuló en primera instancia el empate, tras asistencia de Chukwueze al disparo de Morales.
Era el paso al desenlace de un partido vistoso, con equipos que siempre buscaron el gol. Cuando el Real Madrid perdonó, siempre a través de Vinícius en la generación de peligro, añorando más mordiente de Rodrygo o Karim, y otra de Asensio que enganchó un pase de Modric. El acierto lo puso Chukwueze que cerró su exhibición con un zurdazo a la escuadra para enmarcar.
El espectáculo no se podía cerrar sin polémica y la participación del VAR a un penalti señalado por el colegiado que se acabó anulando. Camavinga cayó, el balón salió disparado hasta que impactó en el brazo de Mendy, resbalando pero apoyado sobre el césped. Ni los protagonistas saben cuando es mano y cuando no. En esta ocasión la moneda cayó del lado del Villarreal que selló un triunfo de prestigio.