El derbi madrileño del Cívitas Metropolitano dejó un plan táctico fallido de Carlo Ancelotti, en la resurrección de su árbol de Navidad, con una modificación de su sistema que se desmoronó desde las concesiones defensivas de sus laterales y los errores graves de marcaje que provocaron la primera derrota de la temporada del Real Madrid.
Defiende Ancelotti que no tocó su dibujo pero sentó de inicio a Joselu Mato, su único 9, juntó por primera vez en la temporada a Toni Kroos y Luka Modric, situó a Eduardo Camavinga en una posición de mediocentro defensivo donde sus virtudes se reducen. Quiso el balón aumentando la presencia de centrocampistas y sin delanteros con los que asociarse.
Pese a que no huyó de su responsabilidad. "Es mi culpa", confesó tras el partido. El italiano apuntó a la fragilidad defensiva del bloque como la clave de la dura derrota del derbi. La primera de la temporada del Real Madrid. Una situación que se veía venir en una racha de triunfos con varias remontadas por unos inicios para el olvido de partidos.
Se volvió a repetir en el Cívitas Metropolitano. Otro gol tempranero. Como el de Sergio Arribas, el de Borja Mayoral y 'Barrene' ante Almería, Getafe y Real Sociedad. Cuatro de seis partidos encajando tantos en el primer acto que cambian el panorama de los partidos y obligan a un esfuerzo extra para remontar.
Ante el Atlético de Madrid fue un imposible por las concesiones defensivas. Lo expuesto que estuvieron los laterales, Lucas Vázquez -por su banda llegaron los tres centros de gol- y Fran García. La falta de ayudas. Los despistes en la marca de David Alaba en su peor partido como jugador del Real Madrid.
El árbol de Navidad, del que Ancelotti llegó a escribir un libro tras ser el sistema de sus brillantes inicios en los banquillos en el fútbol italiano, asomó por el Metropolitano. Del 4-4-2 con el que encontró un hueco a Jude Bellingham como hizo en el pasado con Zinedine Zidane en el Juventus en 1999 y ganó títulos -hasta dos 'Champions' en el AC Milan desde 2001, pasó al 4-3-2-1. Sin éxito.
Sus jugadores, con menos agresividad que el rival, fueron superados en fase defensiva en unos veinte primeros minutos que marcaron el derbi. La reacción madridista en la recta final del primer acto, con el dominio de la posesión, por momentos improductiva, dejó el tanto de la esperanza de Kroos y acarició el empate con el tanto anulado de Camavinga.
Tras el descanso, Carletto se corrigió a si mismo. Diego Simeone ya le había ganado la partida sobre el tapete. Había castigado con dureza sus flancos débiles, los laterales convertidos en extremos con el 4-4-2 en rombo con centrocampistas que tiran hacia dentro dejando los carriles libres para las incorporaciones.
Recurrió ya tarde a la figura de un delantero que fija centrales como Joselu porque la reanudación dejó el último error de gravedad defensivo que ya convertiría en imposible un nuevo intento de remontada. "Lo podía hacer mejor, es bastante claro. Es mi responsabilidad pero tengo las espaldas anchas", aseguró
Ancelotti que sentó al descanso a Modric, a los 70 minutos ya había realizado sus cinco cambios, algo inédito, y quitó de golpe a varios defensas mostrando su pesar. Cuando su problema parecía la falta de opciones en ataque, apareció una debilidad defensiva preocupante.