En el crepúsculo de sus días en el fútbol español, si como todo apunta su futuro la próxima temporada está lejos del conjunto rojiblanco, con el que acaba contrato el próximo 30 de junio, el derbi madrileño de este domingo será especial para Luis Suárez. El uruguayo podría vivir su último duelo contra el Real Madrid, uno de sus rivales favoritos, al que ha marcado 12 goles en 19 partidos.
El Pistolero tendrá este domingo a las 21.00 horas en el Wanda Metropolitano la última oportunidad de endosarle una bala al conjunto blanco, algo que ha hecho con asiduidad en su carrera, especialmente en el Barcelona, donde le anotó 11 dianas, pero también en el Atlético, al que adelantó en el último derbi del coliseo rojiblanco, en marzo de 2021, un tanto igualado por el francés Karim Benzema al borde del pitido final (1-1).
No serán pocos los aficionados madridistas que tendrán al uruguayo en sus pesadillas. Particularmente aquellos que recuerden el 5-1 liguero de octubre de 2018, en el que una tripleta del charrúa impulsó al Barça de Ernesto Valverde y provocó la destitución, 24 horas después, de Julen Lopetegui al frente del Real Madrid. O sus dobletes en el clásico liguero de noviembre de 2015 (0-4) o la vuelta de semifinales de Copa de febrero de 2019 (0-3), ambas en el Santiago Bernabéu.
En total, en 10 de sus 19 enfrentamientos contra el Real Madrid, Suárez ha sido decisivo, bien marcando gol, dando una asistencia a un compañero, o ambas cosas, como en el empate liguero de mayo de 2018 en el Camp Nou (2-2), en el que marcó el 1-0 a pase de Sergi Roberto y asistió a Lionel Messi para el 2-1. Ambos tantos fueron igualados por jugadores blancos: Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, en el duelo de despedida de Andrés Iniesta, con el Barça ya matemáticamente campeón.
Solo ha hecho más goles en su carrera que al Real Madrid a un equipo, el Valencia, al que ha anotado 14. También ha marcado 12 goles al Eibar y al Norwich City inglés, y 11 al Sevilla, el Betis y el Willem II neerlandés. Condiciones que hacen del derbi madrileño de este domingo un encuentro especial para Luis Suárez.
No es un secreto que su situación no es, ni mucho menos, la que disfrutaba en sus grandes noches contra el club blanco vestido de azulgrana. Ni siquiera las de la temporada pasada, en la que lideró al Atlético hasta el campeonato liguero con 21 tantos y 3 asistencias en la competición doméstica, con su entrenador Diego Simeone apelando a la zona Suárez en el decisivo tramo final de la temporada.
"La temporada pasada sentimos el decir esa frase y estaba referida a la motivación de Luis por entrar en ese espacio. No creo que repetirla genere lo mismo. Lo que si estoy convencido es que Luis hará siempre goles, a la edad a la que juegue, con los amigos, cuando lo deje, en estos cinco partidos, con Uruguay... Porque el gol lo tiene dentro", reflexionó Simeone hace una semana.
Su situación es muy diferente. Aunque lleva unos nada desdeñables 13 tantos entre todas las competiciones (11 en Liga, uno en Liga de Campeones y uno en la Copa del Rey), su participación ha disminuido sobremanera. De los últimos diez partidos ligueros, solo ha sido titular en tres, y en uno no llegó a participar.
Tampoco lo hizo en la serie de octavos de final de Champions contra el Manchester United, ni en la ida de cuartos contra el City, mientras que en la vuelta solo disputó los últimos 8 minutos y el tiempo añadido.
Ante el Athletic, la semana pasada, tuvo su última oportunidad desde el once. No pudo contribuir a enderezar un pésimo partido para los intereses del Atlético, que cayó derrotado por 2-0 en el nuevo San Mamés.
Por lo que parece, no saldrá de inicio ante el Real Madrid. En ninguno de los ensayos de esta semana del conjunto rojiblanco Simeone ha probado a ponerle en la punta de la ofensiva. Sí lo ha hecho con Matheus Cunha, con Antoine Griezmann o con Ángel Correa. Aun así, Suárez aguardará su oportunidad, sin hacer ruido, como ha hecho desde que ha ido perdiendo protagonismo. Sin aspavientos, aportando, como cuando le hizo dos goles al Alavés saliendo en la segunda parte (4-1).
En el que parece su ocaso como rojiblanco, la afición del Atlético ha demostrado en varias ocasiones la gran estima que tiene por el futbolista uruguayo. Tanto es así que la semana pasada circuló por las redes sociales una iniciativa: "Una placa para Suárez". La reclamación de la hinchada atlética de que el charrúa tenga su sitio en el Paseo de Leyendas del Wanda Metropolitano.
El club adoptó desde la inauguración del estadio la política de incluir en ese paseo de nombres célebres de la entidad a los jugadores que hubieran superado los 100 partidos oficiales con el Atlético. La cifra, pese a ser salomónica, deja fuera a grandes ídolos de la entidad cuyo paso fue más breve. Ya le pasó al colombiano Radamel Falcao, que se quedó en 91 encuentros pese a ser uno de los 25 mayores goleadores de la historia del club, con 70 dianas.
También es el caso de Suárez, que lleva 80 encuentros oficiales y como mucho podrá alcanzar 84, a 16 del corte que da derecho a una placa frente al coliseo rojiblanco. "Muchas gracias a todos por el cariño y el apoyo de SIEMPRE. Les agradezco mucho, de corazón", respondió a esos aficionados que reclamaban una excepción a la norma para hacerle un hueco en el paseo de leyendas. En su probable despedida, el uruguayo recibe este domingo a un de sus rivales predilectos. Un momento propicio para gastar las últimas balas de su cargador.