Sin Rafael Nadal y, a última hora sin Roberto Bautista, pero con el estreno en la competición del jugador revelación de la temporada, Carlos Alcaraz, el equipo español de Copa Davis se dispone a defender la ensaladera que puso en 2019 sobre su mesa y sumar un nuevo título, el séptimo, que le situaría entre los cinco países con mejor historial del torneo nacido en el año 1900.
La baja reciente de Bautista por una lesión abdominal eleva el protagonismo de Alcaraz, ganador de las Finales de la Nueva Generación y que avanza a pasos agigantados por la clasificación ATP (puesto 32).
Asoma el prometedor tenista de la Armada como escudero de la raqueta experta de Pablo Carreño (20) y del dobles formado por Feliciano López y Marcel Granollers, miembros todos ellos del equipo ganador en la última edición. Albert Ramos es ahora el quinto hombre, llamado a última hora por el contratiempo físico del número diecinueve del mundo.
Si bien la pandemia ha permitido a la selección capitaneada por Sergi Bruguera disfrutar de la vitola de campeón durante dos años, pues la competición se suspendió en 2020, la Davis plantea ahora a España un reto de la máxima exigencia: un grupo, el A, que compartirá con Ecuador y con Rusia y del que solo saldrá un cuartofinalista, como mucho dos si el segundo clasificado es uno de los dos mejores del total de los seis grupos. Los partidos se jugarán sobre la superficie dura de las pistas del Madrid Arena.
Ecuador, contra el que España debutará el viernes, llega a la capital española sin nada que perder y con ganas de saltarse el guion. Emilio Gómez, Roberto Quiroz, Diego Hidalgo, Gonzalo Escobar y Cayetano March son las cartas con las que el equipo sudamericano jugará esta partida, en la que los de Bruguera no pueden dejarse sorprender.
Lo más sensato es pensar que los españoles se disputarán el domingo el primer lugar del grupo, y que no les resultará fácil obtenerlo, con el equipo ruso que componen Daniil Medvedev, Andrey Rublev, Aslan Karatsev, Karen Jachanov y Evgeny Donskoy.
Medvedev y Rublev, segundo y quinto del mundo, suponen una clara amenaza para las aspiraciones hispanas, sobre todo a la vista de cómo han acabado ambos esta temporada. Los dos estuvieron en la finales ATP de la semana pasada, con Medvedev como finalista y Rublev eliminado en la fase de grupos.
España y Rusia ya se midieron en el grupo B de las finales de 2019, con triunfo por 2-1 para los de Bruguera. Bautista perdió ante Andrey Rublev, Nadal ganó a Karen Jachanov y Marcel Granollers y Feliciano López derrotaron a Rublev/Jachanov.
El ganador del grupo A se medirá en cuartos con uno de los mejores segundos, con más opciones de avanzar por el cuadro hacia la gran final del 5 de diciembre.
La baja de Roberto Bautista -el héroe emocional de 2019, cuando la final coincidió con el fallecimiento de su padre- que parece tener tomada la medida a Medvedev, al que ha ganado en sus tres enfrentamientos previos, todos en superficie dura y el último este mismo año en cuartos de Miami, ha pillado con el paso cambiado al conjunto español a pocas horas de su debut.
Los demás antecedentes entre los previsibles individuales rusos y españoles favorecen a los primeros. Carlos Alcaraz ha perdido una vez con Medvedev.
"No hay ningún problema por tener un equipo como el que tenemos. Evidentemente cuando tienes a Rafa Nadal, que es el mejor jugador de la historia de la Davis, pasas a ser directamente favorito pero aún así tenemos un equipo fuerte y muy bueno. Los jugadores que tenemos tienen mucha calidad y para mí es bueno poder elegir entre tanto nivel. Sería peor tener que conformarte con poner lo que puedas", analiza Sergi Bruguera.
"Rusia, por ránking, es el equipo más completo y el rival más fuerte, porque vienen con el jugador más en forma, Daniil Medvedev, y además tienen a Andrey Rublev, Karen Khachanov y Aslan Karatsev. Tienen un equipo impresionante", asumió el capitán del equipo español.
Uno de los grandes alicientes para el público madrileño será asistir al posible estreno de Alcaraz en esta competición, si Bruguera decide darle esa oportunidad. Con apenas 18 años y seis meses, el murciano sería el segundo tenista español más joven en jugar la Copa, tras Rafael Nadal, que debutó con 17.
En todo caso, su presencia en el equipo es una señal más de que ya ha dejado atrás la condición de promesa. La compañía de tenistas curtidos como Carreño, bronce olímpico en Tokio, solo puede ayudarle a seguir creciendo, como él mismo ha destacado.
"Cuando me lo dijo el capitán no me lo creía. Era un sueño que tenía desde niño y poder cumplirlo con 18 años es muy bonito y muy especial", ha comentado sobre su convocatoria.
"No me esperaba para nada crecer tan rápido, madurar tan rápido y por supuesto, entrar en el equipo de Copa Davis tan rápido. Me he sorprendido a mí mismo", apuntó el jugador murciano, que desea debutar "ganando y con el estado lleno".
"Quiero que el rival piense que lo va a tener difícil, que va a tener que correr y sudar mucho para poder ganarme. Hacerle sentir un poquito de miedo", dijo Alcaraz sobre sus objetivos en pista.
Si España logra otra Copa Davis se metería, empatado a siete con Suecia, en el top 5 de equipos con mejor historial, solo por detrás de los 32 de Estados Unidos, los 28 de Australia y los 10 de Francia y Gran Bretaña. La ensaladera lleva grabado el nombre de España en las ediciones de 2000, 2004, 2008, 2009, 2011 y 2019.