La tercera victoria consecutiva, esta vez contra Gran Bretaña por 86-69, certificó el pase de la selección española a la segunda fase del Europeo de Lituania, un pase que llegó de la mano de una mejoría en el juego, en la defensa y en las sensaciones.
Con Pau Gasol anotado los cuatro primeros puntos del partido y una defensa más activa y decidida, la selección española comenzó a mostrar signos de mejora en su juego. Sólo el balón que parecía no querer entrar en el aro británico impidió que el marcador se disparase a favor.
El 9-2 a los 4 minutos de partido habla de la efectividad de la defensa española; pero el ataque, aunque con cierta fluidez, por momentos, no encontró la culminación de la efectividad en el tiro y por ahí comenzó la remontada inglesa, que dejó el marcador en 19-16 al término del primer asalto.
Canastas sencillas se salían del aro y hasta segundas y terceras ocasiones no se consumaban por milímetros. Ante tanto error, los británicos se pusieron por delante, 19-21, nada más comenzar el segundo cuarto.
Felipe Reyes y Navarro salieron al rescate y el equipo volvió a coger las riendas del partido con veloces contragolpes tras robos de balón (34-25, min.16). Pero el lanzamiento exterior siguió sin querer entrar y ambos equipos repitieron parcial con otro 19-16 y un 38-32 global al término de la primera parte.
Un más que pobre 41 por ciento en el tiro de dos (12 de 29) y un 20 por ciento en triple (2 de 10) eran la fuente de los problemas españoles. En la parte positiva hay que anotar 12 asistencias, sólo 6 balones perdidos y 9 recuperados, además de los 12 balones perdidos por los ingleses por el buen hacer defensivo.
España estaba jugando los mejores minutos del Eurobasket pero los problemas en el tiro estaban minimizando las buenas sensaciones del equipo.
El paso por vestuarios sirvió para asentar ideas y para que el equipo español saliera con la firme convicción de convertir en puntos la sensación de superioridad sobre los británicos.
Ante la falta de puntería el juego interior cobró más importancia y Marc Gasol fue el centro de recepción de todos los balones, anotando ocho puntos consecutivos, seis en juego y dos de tiro libre.
A los 24 minutos, 50-36. En apenas cuatro minutos, España desniveló el partido con pases interiores entre pívots, entre hermanos, entre los Gasol.
Y otra buena sensación. Cuando comenzaron las rotaciones desde el banquillo, el marcador se mantuvo y no se perdió la ventaja, por mucho que el capitán, Juan Carlos Navarro, tuviera el día aciago en el tiro (0 de 6 en tiros de 2 y 1 de 5 en triples, al final del tercer cuarto).
A falta de diez minutos el 60-45 del luminoso dejaba la victoria prácticamente vista para sentencia.
En el último periodo la selección alcanzó 21 puntos de diferencia (71-50, min. 33) y supo jugar con ese margen, dando descanso a los titulares y reservando fuerzas para el próximo domingo contra Lituania (20.00 horas), que será cuando comience de verdad el Europeo para España.