Fichado este verano por el Atlético de Madrid para que sea su goleador, Alexander Sorloth transita aún por debajo de las expectativas, reducido a tres goles en trece partidos y señalado por las tres ocasiones falladas contra el Lille, mientras remata más que en el Villarreal y la Real Sociedad, pero con mucha menos efectividad que la pasada temporada en el equipo amarillo: 66,67 por ciento de entones al 23,08 de ahora.
Una contradicción que expresa las dudas en torno al atacante, clave inevitable de la derrota del equipo rojiblanco en la tercera jornada de la Liga de Campeones, tal y como se sucedieron después los acontecimientos, entre el lamento de sus oportunidades perdidas: la primera, con una pifia; la segunda, con una mala elección cuando decidió picar el balón ante Chevalier; y la tercera, con una volea alta en un fantástico pase de Antoine Griezmann. Todo en el primer tiempo.
Comparativamente con las últimas tres temporadas, desde 2022-23 con la Real Sociedad, cuando marcó 16 goles en 46 partidos, hasta la actualidad con el Atlético, con tres tantos en trece choques, pasando por los 26 aciertos en 41 encuentros con el Villarreal en 2023-24, su versión rojiblanca promedia más remates en total y a portería y presenta un porcentaje más alto de goles esperados, pero, sin embargo, tiene una media de dianas visiblemente menor.
Mientras ahora dispara 3,52 veces cada 90 minutos, de las que 1,64 van entre los tres palos (la pasada temporada lo hacía 2,39, con un 1,09 a portería, en el conjunto castellonense y hace dos 2,18, con 1,01 al marco, con el equipo donostiarra), en el Atlético registra 0,38 goles cada 90 minutos, por el 0,71 del Villarreal y por el 0,44 de la Real.
Su efectividad cae de forma estrepitosa entre este curso, cuando son gol el 23,08 por ciento de sus remates, respecto al pasado, cuando en el bloque amarillo despuntó con una pegada del 66,67 por ciento, casi el triple que ahora.
En 2022-23 en la Real Sociedad, acertó en el 43,24 por ciento de sus remates, casi el doble que ahora vestido de rojiblanco.
Sus goles esperados también son mayores ahora (0,63 cada 90 minutos y cinco en total, con un déficit de dos, puesto que sólo ha marcado tres tantos hasta ahora) respecto a los dos anteriores años: 0,41 en el Villarreal, cuando anotó 10 goles más de los previstos estadísticamente, o 0,43 con la Real Sociedad, cuando Sorloth se transformó en el goleador que buscó y fichó el conjunto madrileño para rearmarse en ataque.
"Sorloth hizo un primer tiempo extraordinario, donde se generó con el equipo unas muy buenas combinaciones y movimientos para llegar a zona de gol. Se van conociendo cada vez más. Sabe convivir, porque es delantero y no es un chico joven, con este tipo de situaciones con el gol y con el no gol".
"Es parte de la vida del delantero. Este miércoles se podía haber ido con dos o tres goles, no pudo ser, pero seguramente, si seguimos trabajando y buscando la misma manera que en el primer tiempo, el gol llegará", avanzó Simeone sobre Sorloth.
El técnico lo aplaudió y pidió lo mismo del público cuando falló la tercera de las ocasiones. Sufrió un día aciago, negado ante el gol antes del desplome del Atlético, que pasó del 1-0 y de un duelo bajo control, más para la sentencia que para el empate o la derrota, a la caída irreversible entre un rebote, un penalti aún incomprensible para todos menos para el árbitro, Marco Guida, y otro rechace. El resultado: 1-3. El análisis, el penalti... Y la pegada.
"Esta es una competición hermosa que cuando un equipo juega como jugamos en el primer tiempo y tiene la cantidad de situaciones de gol que tuvo para irse por lo menos 2-0 ó 3-0 arriba y no es contundente, puede pasar lo que pasó en el segundo tiempo (....) Un partido que podíamos haber ganado 4-2 nos vamos con un 3-1 abajo. La realidad es que en el primer tiempo hicimos un partidazo", repasó el técnico argentino después de la derrota.
Porque la primera parte del Atlético fue para golear, especialmente en la figura de Sorloth. Rota la secuencia negativa el pasado domingo con dos goles al Leganés, después de no marcar ningún tanto desde la primera jornada en Vila-real, el Lille disparó la frustración del delantero, cambiado tras el empate.
Cuando erró su última oportunidad, también clara, después anulada por fuera de juego, el argentino Ángel Correa ya se preparaba para su recambio. Minuto 64 y 17 segundos.
"No tuvimos contundencia y esta competición no te perdona", advirtió Simeone sobre la derrota con el Lille, la segunda consecutiva en la Liga de Campeones, con siete goles en contra entre su visita a Lisboa (4-0) para medirse al Benfica y el duelo en casa (1-3) para relegarlo a la vigésimo séptima posición de la tabla, a falta de cinco jornadas contra el París Saint Germain, el Sparta Praga, el Slovan Bratislava, el Bayer Leverkusen y el Salzburgo.