El Movistar Inter estrenó la temporada en su propia cancha como a todo el mundo le gustaría, con una victoria (3-2), aunque no de la forma que le hubiera maravillado.
Y es que el Pescados Rubén Burela adquirió una ventaja de dos goles en la primera parte, lo que hacía acudir a ciertos fantasmas al pabellón Jorge Garbajosa.
Se tuvieron que emplear los de Riquer para darle la vuelta al resultado, algo que hicieron poco a poco hasta la culminación.
Primero, Chaguinha aprovechó un rechace de Kaluza; después, Bebe culminó a puerta vacía una asistencia de Drahovsky, y, finalmente, el eslovaco terminó de poner el tercero desde fuera del área y sellar la victoria. Dos triunfos madrileños en otros tantos partidos, totalmente lo contrario a lo obtenido por los gallegos.