Como un torbellino entró en la pista central de Roland Garros Garbiñe Muguruza para defender el título cosechado hace un año y en apenas hora y media se deshizo de la italiana Francesca Schiavone por 6-2 y 6-4. "Estoy muy contenta de esta victoria, debutar en un Grand Slam no es nunca sencillo", dijo desde la pista la jugadora española, que dijo haberse medido "a una leyenda".
"Ha sido un partido muy especial, éramos dos excampeonas y ella también tenía muchas ganas de volver a ganar en Roland Garros", dijo Muguruza desde la pista al final del partido.
DEFIENDE EL TÍTULO
La oriunda de Caracas, cuarta favorita, apenas dio concesiones a la tenista transalpina, trece años más veterana, ganadora en París en 2010, que solo en el promedio del segundo set pareció crear algún problema a la española.
Fue un espejismo, puesto que tras ceder su saque en el cuarto juego y tener dos bolas de rotura en contra en el sexto, Muguruza volvió a recobrar la senda del bueno juego, el que le había permitido adjudicarse el primer set en apenas 42 minutos.
PARTIDO CÓMODO
Garbiñe volvió a romper el servicio de su rival en el noveno juego y, aunque con la perspectiva de la victoria su juego se encogió de nuevo, acabó por cerrarlo en la cuarta bola de partido de que dispuso. "He tenido que ser muy agresiva, que es mi juego habitual, pero además he tenido que subir mucho a la red", señaló Muguruza.
La española se medirá en segunda ronda contra la estonia Anett Kontaveit, de 21 años y 52 del mundo, que se deshizo de la rumana Monica Niculescu por 7-5 y 6-1. Tras haber afrontado la veteranía, Muguruza deberá ahora enfrentarse a la juventud de una tenista que este año ganó su primer torneo, en la ciudad francesa de Andrezieux, un future que le reportó 60.000 dólares de premio.
Kontaveit ya sabe lo que es ganar a Muguruza, a quien derrotó hace unas semanas en el torneo de Stuttgart, también sobre tierra batida.