El gallego Adrián Ben logró un nuevo hito histórico al convertirse en el primer atleta español que se mete en una final olímpica de 800 metros, con un tiempo de 1:44.30 que le dio el cuarto puesto en la segunda serie y una de las dos plazas de repesca.
Con la mejor marca de un ochocentista español en la historia de los Juegos Olímpicos (1:45.30), el gallego Adrián Ben ya se había metido ya por la puerta grande en las semifinales olímpicas. Ahora, en la penúltima ronda le ha dado un mordisco de un segundo a su mejor registro.
Sólo otros dos españoles habían llegado a las semifinales en unos Juegos. Los mejores resultados anteriores fueron obra de Tomás de Teresa, cuarto en la primera semifinal de Barcelona'92 con 1:46.08, y Antonio Reina, tercero en la semifinal 1 de Atenas 2004 con 1:46.17.
El reto, este domingo, era convertirse en el primer finalista olímpico español de la historia, aunque el sistema de clasificación en esta prueba es durísimo: solo pasaban los dos primeros y solo dos más por tiempos.
El ritmo frenético que impuso el canadiense Marco Arop de salida (50.94 por el 400) dejó a cola del grupo al Ben, pero no se descompuso. Fue recogiendo cadáveres en el último 200 y progresó hasta la cuarta plaza con un registro de 1:44.30 que, de momento, le daba plaza de finalista.
Sólo el ganador de la tercera serie, el keniano Ferguson Rotich, mejoró su marca. El miércoles próximo estará en la final. En los Mundiales de Doha 2019 Ben ya hizo historia al ser el primer ochocentista español en una final desde que lo estuvo Tomás de Teresa, en este mismo estadio de Tokio, hace 30 años.