Vilarrubla, lectura "positiva" y "regusto agridulce"
Efe
Nuria Vilarrubla ha terminado en la octava plaza de la final de la categoría C1 de piragüismo eslalon de Tokio 2020, en los que la australiana Jessica Fox confirmó los pronósticos y se convirtió en la primera campeona olímpica de la modalidad, que se estrenaba en unos Juegos.
La catalana, novena del ránking mundial, accedió a la final con el octavo crono de las semifinales (119.99), que no pudo rebajar en la bajada definitiva, en la que, tras tocar las puertas 12 y 21, penalizó con cuatro segundos para marcar 127.33.
🎉 ¡Diploma olímpico para la fabulosa @nvilarrubla!
😍 Era su debut en unos Juegos, se ha metido en la final y acaba entre las ocho primeras.
💪 Ha marcado 123.33 y nos ha vuelto a hacer vibrar. #Tokyo2020
La palista de La Seu d'Urgell, de 29 años, sabía que necesitaba mejorar notablemente. Hizo un buen primer tramo de descenso, rebajando los cronos de las dos primeras finalistas, pero a partir de ahí se atascó en el exigente circuito, perdió la línea adecuada varias veces y todas las opciones a estar cerca del podio.
Doble medallista mundial, Vilarrubla al menos pudo acabar en puestos de diploma olímpico con ese octavo puesto, que supone una buena participación en estos Juegos de Tokio, en los que el equipo de eslalon se está comportando de nuevo como un valor seguro.
Lectura "positiva" y "regusto agridulce"
Nuria Vilarrubla hizo una lectura "claramente positiva" aunque con "un regusto un poco agridulce". "He perdido la línea, me ha costado y he estado luchando hasta el final", explicó la ilerdense. "Me sentía bien desde el principio, fluyendo; después ha habido un momento en el que he perdido la línea, me ha costado volver a cogerla y luego ya un final muy luchado. Es balance es positivo", dijo.
"Después de haber visto competir antes a Maialen y a Ander; tenerles aquí en sus cuartos Juegos Olímpicos, disfrutar del diploma de Ander y de la medalla de Maialen, ha sido inspirador", añadió la palista de La Seu d'Urgell, quien aseguró que estaba "feliz" por formar parte de la primera final de la historia olímpica del C1 femenino.